Al final de la noche, objetivo cumplido: Rafael Nadal jugará el próximo sábado las semifinales de la Copa de Maestros ante Daniil Medvedev. Después de perder el pasado martes ante Dominic Thiem su segundo partido del grupo Londres 2020, el campeón de 20 grandes estaba obligado a ganar a Stefanos Tsitsipas para avanzar, y eso fue exactamente lo que hizo: el 6-4, 4-6, 6-2 delelel español contra el griego le permite agarrarse al sueño de ganar el único gran título que se le resiste en su carrera. [Narración y estadísticas]

La Copa de Maestros, un torneo que como consecuencia de su peculiar formato suele obligar a recurrir a la calculadora para esclarecer los escenarios de clasificación, presentó una ecuación bien sencilla: Nadal y Tsitsipas se citaron en el último encuentro de su grupo sabiendo que el ganador pasaría a semifinales. Así, y después de una rivalidad de alto voltaje, aunque dominada casi en línea recta por el español (5-1), el cruce ofreció otro duelo magnífico, tenis de la máxima calidad posible y emociones de las más fuertes.  

Desde el arranque, Nadal jugó un encuentro espectacular y Tsitsipas le siguió a tirones, incapaz de mantener el nivel de excelencia que su oponente le planteó. Cerquita de la línea, bien plantado con los pies en el suelo, el español marcó el ritmo de los peloteos y el número seis del mundo se vio forzado a vivir en el alambre todo el tiempo, apostando por el riesgo como única vía para no perderle la cara al partido. 

Al igual que el primer día frente a Andrey Rublev, el mallorquín se benefició de su inspiración con el saque para abrirse paso sin problemas durante más de un set y medio (6-4, 4-4). Un mala gestión de la presión, sin embargo, le costó a Nadal una doble falta que terminó entregándole a Tsitsipas un break con el que empató el encuentro al resto. 

Entonces, comenzaron los vaivenes. 

El set decisivo vio tres roturas de saque consecutivas en los tres primeros juegos del parcial (1-0 de Nadal, 1-1 de Tsitsipas y 2-1 delelel español). Fue el balear el que logró estabilizar esa situación (3-1) para desmarcarse de su oponente y celebrar un triunfo clave para poder convertirse en maestro de maestros.