París (enviado especial)

Se terminaron las bromas, aquí empieza el verdadero Roland Garros de Rafael Nadal. El domingo, el español derrotó a Sebastian Korda (6-1, 6-1, 6-2) en un mañana venotosa, muy desagradable, para meterse en los cuartos de final del torneo sin ceder un solo set tras otra nueva exhibición en la que no tuvo oposición. Después de superar a cuatro rivales que no le han exigido nada, las cosas deberían cambiar el próximo martes cuando se mida al sorprdenente Jannik Sinner (6-3, 6-3, 4-6, 6-3 a Alexander Zverev) por una plaza en semifinales: a partir de ahora, al mallorquín ya no le vale otra que no sea jugar de la mano de su mejor versión. [Narración y estadísticas]

“Era un día de mucho viento”, reconoció después Nadal. “Estaba muy difícil, costaba porque la pelota se movía mucho, pero no tengo ninguna queja: cuando el resultado es como este me tengo que ir al hotel feliz”, prosiguió el balear. “Mis sensaciones están yendo a mejor cada día, estoy jugando cada vez con más confianza. Espero estar listo para encarar los cuartos de final. He ganado cuatro partidos sin sufrir mucho, mi nivel de juego ha estado bastante bien. Tengo la máxima ilusión para intentar estar competitivo”.

El partido se disputó al aire libre y con un poquito de sol, pero entre tremendas ráfagas de viento que levantaron la tierra de la pista y alteraron las trayectorias habituales de la pelota, facilitando que hiciera extraños. En ese ambiente hostil, Nadal necesitó nueve minutos para ganar su primer saque del encuentro, salvando dos bolas de break por el camino. Una vez adaptado a las condiciones, manejándose como siempre en  el español se llevó por delante a Korda, propinándole un 12-2 de parcial en algo más de una hora. 

De planta moderna (1,96m), el estadounidense demostró buenas maneras, pero poco más. A una salida agresiva, colmillo retorcido y firme decisión para buscarle las costuras a su rival, le siguió una propuesta plana, llena de errores no forzados (acabó con 48 el partido, una barbaridad) que le quitó cualquier opción que hubiese podido tener de aspirar a la victoria frente al español.  

Así, y todo, Korda comenzó el tercer parcial con un break (1-0) que consolidó (2-0) para llevar la delantera por primera vez en toda la mañana. Le duró poco el impulso: Nadal ganó seis juegos consecutivos (de 0-2 a 6-2) y celebró la victoria que le lleva a los cuartos de final.