El serbio Novak Djokovic, número uno de la ATP, ganó por 6-3, 4-6 y 6-3 este sábado al alemán Dominik Koepfer (97) y jugará este domingo contra el noruego Casper Ruud su undécima semifinal en el Masters 1.000 en Roma.



Djokovic, cuatro veces campeón en Roma, necesitó dos horas y diez minutos para imponerse a Koepfer, en un partido que pudo cerrar mucho antes de no desaprovechar hasta quince de sus 21 bolas de rotura.



El jugador serbio, ganador de 35 títulos ATP Masters 1.000, estuvo por delante 3-1 también en el segundo parcial, pero perdió dos veces su saque y Koepfer consiguió forzar el tercer set con un 6-4, antes de rendirse ante la superioridad técnica de su rival.



Nole, que ya había sufrido este viernes ante su compatriota Filip Krajinovic, perdió la calma con ventaja 3-2 en el segundo set cuando cedió su saque a cero y rompió su raqueta, lo que provocó la amonestación del juez.





Creció en el parcial decisivo y no concedió opciones a Koepfer, que nunca había llegado tan lejos en un Masters 1.000 y que en este torneo fue capaz de ganar al australiano Alex de Miñaur en la primera ronda.



El rival de Djokovic en las semifinales será Ruud, número 34 del mundo, quien ganó una batalla de dos horas y 57 minutos para eliminar con un 4-6, 6-3 y 7-6 (5) al italiano Matteo Berrettini, número 8, para avanzar por primera vez a las semifinales del Masters 1.000 de Roma. Djokovic, campeón este año en el Abierto de Australia, Dubai y Cincinnati, nunca se ha enfrentado en su carrera a Ruud, ganador este año en Buenos Aires.

Los nervios de Djokovic

Nole llegará a la cita de este domingo, a la que podrán asistir mil espectadores, después de que la primera parte del torneo se disputara a puerta cerrada, con un récord de 29 victorias y una sola derrota en esta temporada. Su único revés es la descalificación que sufrió en el Abierto de Estados Unidos cuando dio un involuntario pelotazo a una jueza de línea.

Djokovic conecta una derecha EFE

El serbio está demostrando que no le ha sentado del todo bien la vuelta a la competición después del parón por la crisis sanitaria. Los episodios de nervios y pérdida de papeles del Djokovic están siendo cada vez más frecuentes y como ya le sucedió hace unas semanas en el US Open, le están trayendo consecuencias graves. En esta ocasión se le ha podido ver destrozando su raqueta en un punto del partido donde la situación estaba ciertamente controlada, a pesar de haber cuajado un mal juego.

Sin embargo, esta total falta de auto control le puede pasar factura más adelante, cuando se mida a un rival de mayor entidad. Además, no hay que olvidar que por delante queda el segundo Grand Slam que se disputará tras la reanudación, Roland Garros, y en él estará casi con total seguridad el rey de la tierra batida para seguir poniendo nervioso a 'Nole'. Rafa Nadal ya ha transmitido que cree que Djokovic tiene que intentar mantener la calma en esos malos momentos. 

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