La policía belga ha detenido este martes a 13 personas acusadas por amañar partidos. Los implicados pertenecerían a una red internacional que operaba en torneos profesionales de menor rango, según ha reconocido la Fiscalía. La organización operaría en Bélgica y Armenia y habría sobornado a jugadores profesionales desde 2014 para influir en los resultados y obtener ganancias a cambio.



Los torneos en los que operaba eran de menor rango (no de primer nivel: ATP 1000 o Grand Slam). Los amaños los hacían en partidos no televisados como Futures o Challenger, donde era más fácil sobornar a los jugadores y hacer que estos se dejaran ganar o perder para obtener ganancias. Para detener a estas 13 personas, los belgas han colaborado con las autoridades de Alemania, Francia, Bulgaria, Eslovaquia, Países Bajos y Estados Unidos.



Uno de los informes independientes que han estudiado la realidad del tenis ha concluido que el este deporte se enfrenta a problemas de integridad muy importantes. ¿El problema? Los negocios de las apuestas ilegales están influyendo determinantemente en esos torneos de menor nivel.

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