París (enviado especial)

El reto tuvo lugar tras la final del Masters 1000 de Roma, que Rafael Nadal ganó a Alexander Zverev (6-1, 1-6 y 6-3). Al llegar a la rueda de prensa, uno de los periodistas quiso saber la opinión del número uno sobre los malos resultados del joven alemán en Grand Slam, hasta entonces incapaz de llegar más allá de octavos de final (solo lo hizo una vez, en Wimbledon 2017) y de vencer a un top-50, quedándose muy lejos de aspirar a los títulos más importantes del circuito. 

—Hemos visto a Sascha jugar un tenis increíble en Madrid y aquí [Roma], pero todavía no ha tenido mucho éxito en un Grand Slam. ¿Por qué crees que es esto? ¿Consideras que está listo para hacerlo?

—El tenis es tenis, en un Grand Slam o en un Masters 1000. Cuando ganas un Masters 1000 puedes competir bien en el resto de los torneos. Aún no ha tenido un gran resultado en Grand Slam simplemente porque no sucedió. Fue una coincidencia, es solo cuestión de tiempo.

—Acabas de decir que debe ser una coincidencia el hecho de que a Zverev no le haya ido bien en los grandes. En términos mentales, de concentración, de resistencia… Me gustaría saber si es diferente un partido al mejor de cinco sets que uno al mejor de tres

—Hagamos una cosa. Si él no juega bien en los torneos del Grand Slam durante los próximos dos años, puedes venir a hablar conmigo y decirme que no sé nada sobre tenis, pero creo que será una historia diferente. El tenis es tenis. No importa si es al mejor de tres o al mejor de cinco. Es más, jugar al mejor de cinco es una gran ventaja para los mejores jugadores del circuito, y Sascha es uno de los mejores jugadores del mundo. Si Zverev no tiene excelentes resultados el próximo año en los grandes, puedes volver y decirme que estaba equivocado, pero creo que no lo harás.

El domingo a mediodía, en la pista Suzanne Lenglen de Roland Garros, Zverev se arrodilló para celebrar la clasificación a sus primeros cuartos de final de Grand Slam. Llegar a esa ronda le ha costado 11h56m (una barbaridad de tiempo) y remontar un 1-2 en sets en sus tres últimos encuentros (2-6, 7-5, 4-6, 6-1 y 6-2 a Dusan Lajovic en segunda ronda, 6-2, 3-6, 4-6, 7-6 y 7-5 a Damir Dzumhur en tercera, salvando punto de partido, y 4-6, 7-6, 2-6, 6-3 y 6-3 a Karen Khachanov en octavos) para citarse con Dominic Thiem (6-2, 6-0, 5-7 y 6-4 a Kei Nishikori) por una plaza en semifinales. 

A unos metros de la Lenglen, el escenario del triunfo del alemán, Nadal terminaba de soplar las velas de una tarta de cumpleaños (32) con todo el equipo de Roland Garros y no podía evitar sonreír camino del vestuario al ver en una de las pantallas que Zverev había conseguido salvar otro cruce que tenía perdido. Posiblemente, el español se acordó de dos cosas: de su conversación con el periodista en Roma y de la que volvió a tener el día anterior, cuando tras imponerse a Richard Gasquet el mismo reportero le recordó el tema.

—Sascha Zverev es el cabeza de serie número dos.

—¿Todavía está en el torneo?

—Todavía está en el torneo, sí. Peleando un poco, porque jugó cinco sets contra Lajovic y Dzumhur…

—¿Pero aún está en el torneo?

—Sí, sigue ganando.

—Mentalmente está resistiendo bien, ¿no? 

—Está resistiendo muy bien.

—Ah, vale.

—¿Te sorprende que tuviera que jugar cinco sets con Lajovic y luego con Dzumhur?

—Es deporte. Todos sufrimos y todos tenemos problemas. Zverev todavía sigue en el torneo y la victoria en un Grand Slam es importante. 

“Y yo sé quién soy”, dijo Zverev después de alcanzar los cuartos. “Ya no se trata de aprender, se trata de encontrar la manera de ganar. Eso es lo que he hecho en mis últimos partidos, y estoy muy feliz de estar en los cuartos, sobre todo demostrándome que puedo jugar todo lo que sea necesario”, añadió. “Como digo, estoy feliz, pero este no es el final. No es domingo. Bueno, sí es domingo, pero no es el domingo en el que quiero estar”, cerró el número tres del mundo, que en París ha cumplido exactamente con lo que avisó Nadal.

El tenis es tenis en todos los torneos, también en un Grand Slam, y los mejores siguen siendo los mejores por mucho que cambien las circunstancias de juego.

Noticias relacionadas