El éxito abruma a cualquiera. Incluso a Stan Wawrinka. El flamante campeón del US Open desveló esta semana en un programa de la televisión estadounidense que, cinco minutos antes de medirse a Novak Djokovic en la final, no pudo contener las lágrimas debido a la tensión que sintió en aquel momento.

"Cinco minutos antes de la final comencé a llorar mientras Magnus [Norman, su entrenador] me daba las instrucciones. Sentí los mayores nervios de toda mi vida, pero me convenció de que si luchaba podría tener opciones", reveló el tenista suizo, que aseguró: "Comencé muy cansado, en el tercer set sufrí calambres y en el cuarto tenía dolores".

Tras conquistar el US Open, Wawrinka ya tiene tres de los cuatro grand slams, tras Open de Australia de 2014 y el Roland Garros de 2015. Sin embargo, a sus 31 años, reconoció no fijarse como objetivo alcanzar a los cuatro líderes mundiales: Djokovic, Nadal, Federer y Murray. "Realmente, estoy lejos de ellos. ¿Cuántos Masters 1.000 tiene Murray? Ellos llevan ahí desde hace diez años y han estado en semifinales o finales todo el tiempo. Por eso no estoy en ese grupo ni quiero estar ahí", sentenció.

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