Raúl Chapado, presidente de la Real Federación Española de Atletismo.

Raúl Chapado, presidente de la Real Federación Española de Atletismo. Sara Fernández

Otros Deportes

Raúl Chapado: "Tenemos el equipo con mejores expectativas desde los JJOO de Barcelona 92"

El presidente de la Real Federación Española de Atletismo atiende a EL ESPAÑOL. "Me gustaría que fuesen unos JJOO históricos", señala.

16 marzo, 2024 02:15

Raúl Chapado (Ávila, 1953) acude a nuestra cita con decisión. Ser presidente de una Federación es algo de los que pocos pueden presumir. Él no lo hace, pero lleva casi ocho al mando de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA). Y eso lo conjuga con su puesto de vicepresidente de World Athletics. Es decir, dedica casi las 24 horas del día al deporte, vive para ello.

A tan solo unos meses de que se pongan en marcha el Europeo de Roma y los Juegos Olímpicos de París 2024, y dentro del frenesí en el que vive, Chapado saca unos minutos para conversar con EL ESPAÑOL. Durante la charla no esquiva ningún tema y habla con claridad acerca de las expectativas del deporte español, del dopaje o de cómo han transcurrido sus años en la RFEA.

Además, insiste en la idea de que España puede superar el número de medallas logradas en Barcelona 92'. "Tenemos el equipo con mejores expectativas desde los JJOO de Barcelona 92", razona. Un reto significativo donde su Federación tendrá un peso más que notable.

Entrevista a Raúl Chapado, presidente de la Federación Española de Atletismo Sara Fernández

- ¿Qué tal todo? ¿Cómo es el trabajo del presidente de la Federación Española de Atletismo en estos momentos?

Bueno, ser presidente de una Federación tan importante como la de Atletismo te mete en una especie de velocidad de crucero, de alta velocidad. No te da mucho tiempo a pensar en ti mismo, estás más preocupado por las cosas externas. Y este es un año tremendamente importante, por supuesto, por los Juegos Olímpicos, pero tenemos muchísimas competiciones internacionales.

Ahora estamos en un proceso transformador en lo que es la innovación, la tecnología, de cómo extender el radio y la acción del atletismo fuera de los estadios o de las competiciones. Y eso nos tiene focalizados, pero muy ilusionados. Por una parte, creo que estamos en un momento muy importante del atletismo nacional y, por otra parte, también con esa incertidumbre que te generan los resultados futuros que pueda tener el atletismo, especialmente en los Juegos.

- ¿Cómo es su día a día? ¿Tiene descanso en algún momento?

Lo primero que hay que entender es que no hay una semana igual. No tienes un fin de semana, son épocas de trabajo, con lo cual prácticamente tenemos un trabajo continuo. Es decir, no descansas, pero por otro lado, para mí es una pasión. Yo estoy haciendo algo que me encanta.

Entonces me da igual las horas que le eche, que nunca me siento cansado. No sé si algún día mi cuerpo me dirá hasta aquí, pero para mí es un proyecto de vida, un proyecto que comenzó como atleta. Luego me dediqué a la gestión deportiva y ahora estoy en el deporte, que bueno, me lo ha dado todo. Y, efectivamentel es frenético porque la Federación tiene muchísimas responsabilidades.

- ¿Cómo es su papel en la Federación? ¿Cuáles son sus líneas a seguir?

El papel de una Federación ha cambiado. Éramos órganos reguladores o amistades de nuestro deporte, pero ya somos la agencia comercial de nuestro deporte. Somos la productora visual, somos los que tenemos que pensar en esas partes innovadoras y transformadoras. Y, adicionalmente, en mi caso, además, tengo responsabilidades en las relaciones internacionales. Con lo cual también pues también tengo que estar trabajando en aspectos relacionados con ser vicepresidente de World Athletics y con ser miembro del Comité Ejecutivo de la Europea. Hay que trabajar mano a mano con ellos.

La relevancia es que dirigentes españoles del deporte español, como puede ser mi caso, estemos en los puestos donde se toman las decisiones importantes, porque nuestra voz puede ser escuchada. Por supuesto, no siempre se te va a hacer caso, hay más voces y hay más intereses y hay una globalidad en el mundo. Nosotros somos un deporte tremendamente global, universal.

Y eso hace que la visión global, la discusión, sea tratada de otra manera diferente a la que tenemos en España. Ya sé que esto suena un poco romántico, no para el mundo deportivo, pero tenemos que generar un producto.

- Lleva desde 2016 en el cargo, cerca de una década. ¿Cómo valora su gestión a lo largo de estos casi ocho años?

No me compete a mí valorarlo, habrá quienes estén de acuerdo y otros que no. Cuando uno intenta contentar a todo el mundo, pierde su esencia. El otro día el presidente de World Athletics, Sebastian Coe, hacía un comentario en el Consejo y con su permiso lo voy a hacer porque se refería a un artista español, hablaba de Goya.

Nos decía que Goya dijo que cuando perdió la audición se volvió mejor pintor porque no escuchaba las opiniones de los demás. Eso no quiere decir que no estés de cara a escuchar las opiniones, pero muchas veces tenemos demasiado ruido alrededor. Yo creo que hay que hacer las cosas en las que uno cree, en lo que cree que realmente es bueno para el interés común, en intentar proponer cosas que supongan un avance, aunque a veces no sean entendidas en un primer paso.

Mi pretensión, es decir, hacer crecer mi deporte, en mejorar los resultados de mi deporte y, sobre todo, ofrecer mejores condiciones a los deportistas o entrenadores para que sigan creciendo.

- Yéndonos un poco más a la actualidad, hace casi dos semanas que finalizó el Mundial de Atletismo 'indoor' en Glasgow. ¿Qué valoración hace de la participación española? ¿Cómo vivió la lesión de María Vicente?

Uf, emocionalmente ha sido un campeonato muy duro, muy duro, porque hemos tenido contratiempos, especialmente el de María Vicente. Hablábamos de un momento tremendamente cruel. Cualquier lesión para un deportista siempre es un momento de máxima dificultad, especialmente mental, no sólo física, porque hay que aceptarlo.

Pero cuando además hablas de María, que es una atleta tremendamente talentosa, que arranca arrasando en la prueba de pentatlón... Es un golpe muy duro. La historia la elige a ella para ponerse en el momento más duro para un deportista. Y eso nos afecto mucho a todos, al equipo.

Lejos de quedarse en eso, el equipo se unió. La actuación de cada uno de los atletas estuvo al nivel. Analizándolo, el equipo estuvo siempre mejorando. Sólo tres atletas no pasaron a semifinales. Otros, además, estuvieron muy cercanos a sus marcas, a lo que habían demostrado este año.

Fue una montaña rusa... La carrera del 800 no salió como se esperaba, el problema de Asier en los 60 metros vallas. Fue complicado. Aún así, tenemos muchos aspectos positivos. Quique Llopis, que venía de un accidente en Estambul hace justo un año, se planta cuarto en la final. Las dos medallas de Ana Peleteiro y Fátima Diame.

Pero te voy a resumir con que yo me quedo con la sensación de que habiendo hecho una gran actuación, creo que esas circunstancias no nos han dejado enseñar el verdadero potencial que tenía este equipo en Glasgow.

Ana Peleteiro, tras conseguir el bronce en el Mundial.

Ana Peleteiro, tras conseguir el bronce en el Mundial. REUTERS

- ¿Qué le vino a le mente cuándo vio a Ana Peleteiro lograr el bronce en el salto de longitud?

Pues casi que no voy a decir nada de Ana porque no tengo palabras para definir lo que es ella como competidora. O sea, un año después de haber sido madre, no sólo llega para participar, llega para competir. Está en su mejor nivel y además consiguió una medalla que me parece valiosísima, probablemente haciendo su mejor competición.

Creo que está al nivel de Tokio, por el nivel competitivo que tuvo, y sin darle la opción a las que venían detrás de poderle arrebatar esa medalla. Yo siempre digo que probablemente es la mejor competidora que he visto en una pista por la capacidad que tiene de rendir.

- ¿Y qué pensó de Fátima Diame, otra de las grandes triunfadoras en Glasgow? 

Me alegré muchísimo. Yo siempre he dicho que Fátima es un talento tímido, una atleta con un tremendo potencial, pero que no ha podido demostrarlo todavía por diversas cuestiones. Y que probablemente apareció cuando menos lo esperábamos, era una situación complicada porque incluso parecía que podía quedar fuera de la mejora. Eclosiona de forma silenciosa, aparece y se posiciona en el podio.

Fátima Diame, durante la final de salto de longitud.

Fátima Diame, durante la final de salto de longitud. REUTERS

- Usted también ha sido atleta profesional y ha vivido momentos muy duros. ¿Qué le diría a María Vicente tras esta grave lesión - una rotura del tendón del Aquiles-?

Es una situación muy dura. Los grandes deportistas saben que ante estas situaciones, especialmente los que son más competitivos como María, que la principal pregunta es: ¿Cómo me recupero antes sin poner en riesgo mi futuro? En su caso creo que está convencida y asentada para que los resultados puedan volver a colocarla entre las mejores del mundo otra vez.

Es lo bueno dentro de lo malo. Una situación como ésta solo tiene un camino y es el de tirar para adelante. Todos los demás no te llevan a nada. 

[María Vicente, la joya del atletismo español a la que las lesiones persiguen y frustran su sueño olímpico]

- Ana Peleteiro, tras su embarazo, y Fátima Diamé, con su medalla, se han quitado ese peso de encima. ¿Han dado el paso adelante que necesitaban?

Yo creo que son casos con ciertas similitudes y también ciertas diferencias. Ana siempre ha sido una estrella, desde muy pequeñita emerge con dieciséis años siendo campeona del mundo en una categoría que ni siquiera es la suya. Ha tenido que enfrentarse a estas retos, a estas presiones y lo supera. Cuando ella está motivada, tiene un segundo depósito de gasolina cada vez que le pones una pista, se convierte en otra Ana.

Y ya sabíamos que llegaba bien porque lo habíamos visto, pero había que consolidarlo y hacía mucho tiempo que no se enfrentaba a un gran reto a nivel internacional. Y no sólo lo superó, sino que además yo creo que nos sorprendió una vez más con su capacidad competitiva a todos.

El caso de Fátima es diferente. Ahora ya se ha consolidado. Está entre las tres mejores del mundo y ya había sido finalista en este mismo campeonato. Había sido finalista en Budapest, donde, por cierto, estuvo muy cerquita del podio.

Ella solo necesitaba esto y ahora tiene el segundo reto que es que gestionar, ya la gente la va a mirar y va a esperar que cada día gane una medalla. Eso no es sencillo, pero estoy convencido que está en las mejores manos. Además, entrena con Jordan, con Eusebio y otros muchos que son todos atletas top. Para ella eso es una enseñanza diaria.

Raúl Chapado, durante un momento de la entrevista.

Raúl Chapado, durante un momento de la entrevista. Sara Fernández

- Ahora vamos a poner el foco en el futuro, a la vuelta de la esquina están los Juegos Olímpicos. ¿Qué expectativas se marcha?

Probablemente es en mucho tiempo, desde los Juegos de Barcelona 1992, el equipo que más expectativas genera.

Hemos estado hablando de Ana, de Fátima, tenemos una marcha que acaba de ganar cuatro medallas de oro. Hemos hecho un evento de relevo mixto, que será una prueba nueva, y los tres equipos han hecho la segunda, tercera y cuarta de mejor marca del mundo. Es verdad que hay muy poca competición todavía, pero con mucho potencial. A Jordan Díaz, que es uno de los mejores saltadores del mundo y cada vez que sale lo demuestra, pues será difícil no verlo en el podio.

Tenemos un medio fondo muy potente con Mariano o con Adrián Ben. Son expectativas que hay que gestionar como en las propias vallas con Asier y con Quique.

Creo que generamos expectativas, pero si algo hemos aprendido en este camino especialmente, por ejemplo, con María Pérez y con María Vicente es que las circunstancias también influyen. Los Juegos Olímpicos será una competición donde todo el mundo quiere ganar. Todo el mundo ha entrenado para el que será el día más importante de su vida y donde además hay otras circunstancias externas, como las lesiones, que te pueden condicionar.

Y bueno, lo que tenemos que es estar ilusionados con el equipo que tenemos por la capacidad competitiva. Cuando analizamos el número y el porcentaje de atletas españoles que pasan la primera ronda, que pasan sin finales, están en la final o ganan medallas, tenemos un gran nivel. En ese nivel competitivo estamos con los mejores países del mundo y eso es muy importante. Y por otro lado, creo que también no debemos decir que creo que no podemos ser injustos. Es decir, tenemos que dejarnos emocionar por esos atletas, no sólo pensando en aquellos que eran medallas, sino conseguir estar entre los ocho mejores del mundo.

Estoy convencido de que el equipo va a estar en un nivel de rendimiento muy alto y de que va a haber varias sorpresas.

- ¿Aumentará el número de atletas participantes en París con el Europeo de Roma este verano?

Yo calculo vamos a estar en torno a sesenta atletas, pero la clave va a ser una competición muy importante que no nombramos, pero que es tremendamente clave para nosotros. Es el Campeonato del Mundo de relevos, que se va a celebrar en Bahamas en mayo. Ahí es donde tenemos la posibilidad de clasificar los relevos. Solo hay una posibilidad que es básicamente a través de esa competición.

- ¿Cuáles serán los grandes referentes del deporte español en París? 

Hay nombres como el de Ana Peleteiro que tienen esa capacidad de inspiración. Luego hay otros atletas que tienen un poder de liderazgo. Me sale ahora Samu García, el corredor de 400. Él es una persona que cuando está con el relevo inspira a los otros cuatro. Álvaro Martín también tiene esa una capacidad de liderazgo. Hemos trabajado mucho y ellos lo saben.

Además, en las competiciones trabajamos para que no se sientan atletas individuales, sino que sientan que están dentro de un equipo. Queremos que se sientan arropados, que no sólo sean los atletas, sino que también formen parte los entrenadores, los servicios médicos y el equipo técnico que está allí. Son parte de un proyecto, cada uno con sus objetivos. Pero somos un solo proyecto, competimos juntos, ganamos juntos, perdemos juntos.

Raúl Chapado dialogando.

Raúl Chapado dialogando. Sara Fernández

- ¿Hay algún atleta sobre el que tenga alguna predilección en París?

Hace quince días te hubiese hecho Fátima, pero ya no va a ser una sorpresa. Pero no lo sé, porque es difícil y no tengo una bola mágica. Hay atletas muy jóvenes con un tremendo gen competitivo. 

Hay ejemplos como el Adrián Ben, Mario García Romo, Tessy Ebosele o Thierry Ndikumwenayo. Creo que todos ellos van a tener un gran papel en París. Van a estar en puestos de honor. Por otro lado, a mí me gustaría, como gran expectativa, que hubiese dos equipos de marcha peleando por los puestos de honor.

- Entonces, ¿las expectativas son esperanzadoras?

Si vemos la trayectoria que tenemos desde este ciclo olímpico que ha sido más corto, desde luego que sí.

Lo que te dice es que si mantenemos ese nivel, los Juegos serán unos buenos juegos, pero luego están las otras circunstancias que pueden aceptar. Es decir, María Pérez ganó dos medallas lesionada - haciendo referencia a Budapest- , donde terminó prácticamente coja con los servicios médicos. Entonces, bueno, son circunstancias que, a lo mejor, imagínate que esa lesión sí le hubiese afectado y cómo luego le ha afectado, que ha estado varios meses recuperándose de una lesión, o sea, bastante complicada para una marchadora, pero que ahora ya está bien y bueno, veremos.

En principio, son unas expectativas positivas porque el equipo es muy competitivo, cada uno a su nivel, pero muy competitivo. La competitividad no solo se basa en ganar medallas, por supuesto, y en el finalista, sino en cómo mejoran el rendimiento cada uno de ellos acorde a su nivel y son buenas. Pero esto es deporte y grandes expectativas también llevan, a veces, a grandes decepciones.

- Habiendo sido usted un atleta de máximo nivel y con experiencia en los JJOO - fue olímpico en Sídney 00' -, ¿qué le diría a los deportistas que acudirán a París? 

Cada atleta lo vive de una manera diferente y para muchos supone cumplir un sueño. Estos van a ser unos JJOO relativamente cómodos para nosotros porque no hay que viajar muchos días antes, estamos muy cerquita de casa, misma franja horaria, mismo clima, con lo cual muchos atletas van a ir relativamente poco antes de la competición.

Es una experiencia inolvidable. Es algo que no te puedes imaginar. Pues tienen muchísimo glamour, pero deportivamente son los mismos atletas que han competido en Budapest. Básicamente el 95% van a ser los mismos, pero digamos que lo envuelve todo esa historia olímpica.

- ¿Qué le diría a todos esos atletas que se estrenan?

Que sean valientes, que tengan determinación. El miedo no es más que la demostración de que pueden hacerlo, porque cuando uno no siente miedo, probablemente es porque no tienes ninguna posibilidad de hacerlo.

Probablemente lo más duro para un deportista en los Juegos Olímpicos es que, por distintas circunstancias, no sea capaz de estar al 100%. Esto es el deporte, hay momentos muy buenos momentos y otros muy malos. Hay que saber vivir esas emociones con normalidad porque no siempre van a salir bien las cosas.

- Marchándonos a otro tema importante, hay un tema que ha golpeado duramente al atletismo español en los últimos días, la suspensión de Mo Katir. ¿Cómo cree que se ha gestionado el asunto?

Al final hay unas directrices que hay que llevar a cabo, hay que seguir la norma. Cualquier atleta, y especialmente a los de máximo nivel, conocen las normas, saben lo que hay que cumplir y las normas son para todos.

Y si queremos poner en valor lo que es el deporte, en este caso del atletismo, tenemos que respetar las normas. Eso obliga a todos los atletas, y digo especialmente a los que más nivel, a cumplir esas normas y si no las cumples tienes que acatar las consecuencias.

Ha sido un caso muy claro. Y tiene consecuencias. Por un lado, tiene un impacto reputacional, porque afecta al deporte y afecta al atletismo. Por supuesto que a nadie le gusta que exista. Yo siempre he dicho si pensamos que el dopaje va a desaparecer, nos estamos equivocando.

Es muy importante que los atletas en este caso asuman la responsabilidad y sean un ejemplo, especialmente los que tienen más nivel, ya que son un ejemplo para los que vienen por detrás.

- ¿Está de acuerdo con la sanción? ¿Habría sido más duro?

A mí no me compete porque no estoy dentro de esa unidad, pero sí que es verdad que se abre un debate. Eso sí, creo que si las sanciones fuesen más amplias, serían más disuasorias.

Además, hay que aplicarlas sin excusas y sin ningún tipo de fisuras el reglamento. Eso creo que es lo que da credibilidad a un deporte y es lo que da credibilidad a una normativa antidopaje y a las instituciones. Tenemos que estar siempre defendiendo a aquellos deportistas que compiten de forma limpia y justa.

- ¿Ha tenido alguna conversación con Katir tras conocerse su caso? ¿Qué le diría?

No, no he hablado con él sobre este tema. Él está en esta situación porque no ha cumplido con las normas y poco más hay que decirle. Espero que cuando pasen estos años haya aprendido la lección y si quiere volver a competir que lo haga con las mismas condiciones que han competido el resto de sus compañeros.

- Por último, ¿cuántas medallas se pone como objetivo para el atletismo español?

Ninguna. Te lo digo con la absoluta normalidad. Me alegraré de cualquier resultado que tengan y me decepcionaré con los que no les vaya bien. Prefiero valorar esa actuación global con ese índice de competitividad que tenemos. Me gustaría que fuesen unos JJOO históricos por el bien de los deportistas españoles, que son solo que han trabajado. Me gustaría que se dejase ese legado, es decir, si a España le va bien, al atletismo también.