José Manuel Franco, actual delegado del Gobierno en Madrid y secretario general de los socialistas madrileños, abandonará dicho puesto y será el nuevo Secretario de Estado para el Deporte. El dirigente ocupará así el puesto que dejó recientemente Irene Lozano, hasta el momento presidenta del Consejo Superior de Deportes y desde hace unos días nueva acompañante de Ángel Gabilondo en las listas del PSOE para la Comunidad de Madrid.

Franco, de 63 años, es licenciado en derecho y no se le conoce ninguna vinculación directa con el mundo del deporte. Sin embargo, es uno de los grandes nombres del PSOE en la Comunidad. Llegó como diputado en 1995 y se mantuvo presente en la Asamblea hasta 2019. Durante todo ese tiempo ejerció tanto de portavoz como de portavoz adjunto. Pero en 2019 dio el salto a la política nacional con un escaño en el Congreso de los Diputados a la vez que defendía el cargo de delegado del Gobierno en Madrid.

La llegada de Franco al cargo supone una nueva confirmación de la inestabilidad del Consejo Superior de Deportes en los últimos años. Y es que, desde que Miguel Cardenal abandonara el puesto de Secretario de Estado, los cambios de dirigentes en el puesto han sido constantes. José Ramón Lete, exjugador de baloncesto, llegó al puesto en 2016. En 2018, con la inestabilidad política y la salida del Gobierno de Rajoy, Pedro Sánchez nombró a la exesquiadora María José Rienda como nueva presidenta del CSD.

Pedro Sánchez, junto a José Manuel Franco este lunes en Coslada, tras una reunión de ambas ejecutivas. PSOE / Flickr

Pese a que su nombramiento contentó a parte del deporte por la evidente vinculación, no llegó a los dos años como Secretaria de Estado. Sánchez la cambió por Irene Lozano, que a su vez procedía de la dirección de España Global, y la periodista tampoco ha podido alargar el año liderando el organismo deportivo.

José Manuel Franco, por lo tanto, será el cuarto presidente del CSD en los últimos cuatro años. Pepu Herández y Albert Soler fueron algunos de los otros nombres que sonaron para ocupar la presidencia. Por delante tiene numerosos retos, aunque el primero de todos será convencer de su conocimiento del sector dado que, hasta el momento, se desconoce esa vinculación que sí tuvieron Lete o Rienda.

Año clave en el deporte

La salida de Irene Lozano del Consejo Superior de Deportes no fue baladí. Se producía de forma inesperada y en un año determinante para el deporte nacional. Especialmente por la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio, que fueron aplazados el año pasado por culpa de la pandemia y que celebrarán, después de muchas dudas, entre fuertes medidas de seguridad sanitaria.

Sin embargo, Lozano ha dejado muchos más proyectos a la mitad. La hasta hace unos días presidenta del CSD, que logró sobrevivir a crisis como la de los protocolos sanitarios en el deporte no profesional o al 'caso Fuenlabrada', realizó un último acto muy significativo y que suponía toda una promesa del Gobierno al deporte femenino. Lozano, acompañada de la vicepresidenta Carmen Calvo, confirmó la creación de la primera liga femenina profesional del fútbol español. Todo un logro y que se venía reclamando desde el sector.

Carmen Calvo e Irene Lozano, en la presentación de la Liga Ellas EFE

Pero, pese al anuncio, en el mundo del fútbol femenino no terminó de convencer el acto. Aún faltan muchos detalles por resolver, como el del Convenio Colectivo que actualmente está denunciado por el sindicato AFE, o algunas de las obligaciones para poder participar. Y es que, como adelantó EL ESPAÑOL, desde diciembre se lleva sondeando al sector para conocer sus impresiones sobre las reglas de la competición.

Más allá del fútbol femenino y los Juegos, el nuevo presidente del Consejo Superior de Deportes también deberá trabajar en el reparto de los fondos europeos para el deporte -algo que se venía trabajando en las últimas semanas-, el avance de una nueva Ley del Deporte y también el desarrollo del anteproyecto de la Ley Antidopaje que se aprobó en el Consejo de Ministerios de octubre.

Incluso su labor será determinante en el regreso del público a los estadios de fútbol y baloncesto profesional. Recientemente, el ministro Rodríguez Uribes dejó la decisión en manos de Sanidad y sus expertos. "Cuando nos den garantías de que juntar a 20.000 personas en un campo de fútbol no es una situación de riesgo, lo haremos", subrayó. La competencia es del CSD y ya durante la presidencia de Lozano se intensificó el trabajo con Sanidad, tanto con el departamento de Salvador Illa como con el de Carolina Darias. 

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