Durante los primeros diez años de este milenio, el 800 metros tuvo en Wilfred Bungei uno de los dominadores más importantes. El keniata fue campeón olímpico en Pekín y campeón del mundo bajo techo en 2006. En 2010 tomó la decisión de retirarse, una decisión que nunca imaginó que le costaría tantas cosas.

En una entrevista en BBC Sports Africa confesó lo que sucedió el día en el que venía al mundo su tercer hijo. No había podido presenciar los partos de sus dos primeros retoños por motivos profesionales, pero esta vez sí que podría acompañar a su mujer. Para ello pensó que un trago de vodka no le haría daño. "No sé lo que pasó, lo único que se es que acabé en una zanja y la gente pensó que había muerto", explicó el keniata que terminó bebiéndose un litro.

Esto fue lo más grave, pero no el único episodio que vivió con el alcohol. "Cada vez que me bebía una botella o dos, mis hijos no querían subir conmigo al coche y eso me afectó", contó Bungei en el relato en el que aseguraba que se había convertido en un hábito diario "beber un litro de vodka".

"No celebro el día de mi cumpleaños, pero sí celebro el día en el que dejé de beber", confesó el ex atleta ante una realidad que se está extendiendo entre sus compañeros hasta el punto de convertirse en un problema de estado. Sammy Wanjiru, campeón olímpico de maratón también en Pekín murió tras caer al vacío desde el balcón de su casa. La autopsia confirmó que tenía altos índices de alcohol en el momento del fallecimiento.

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