Con tal solo 19 años Adrien Costa estaba llamado a ser una de las grandes promesas del ciclismo profesional. A su corta edad este estadounidense de padres franceses ya había disputado una etapa en el Tour de Saboya, otra en el de Bretaña y una más en el Tour del Porvenir.

Costa, que se formó el pasado año con el Quick Step, corría en el Axeon Hagens Berman, pero como todos los jóvenes la presión de la alta competición se volvió en su contra y decidió darse un respiro, disfrutar de la vida.

"No estoy listo para regresar todavía. Cuando más lo pensaba, más me daba cuenta que no quería mantener un lugar en el equipo, porque era quitarle la oportunidad a alguien. Desde que dejé de competir he aprendido mucho sobre mi y me di cuenta de lo que me desequilibraba el ciclismo", reconoció en febrero.

Una tragedia que casi le cuesta la vida

Así que eso fue lo que hizo, retomó sus estudios en Turismo y decidió dejar las dos ruedas y el asfalto a un lado. Fue entonces cuando una piedra se cruzó en su camino y estuvo a punto de hacerle perder la vida. Ocurrió el pasado 29 de julio mientras practicaba escalada en California y una enorme roca le apastó la pierna. Aunque se llegó a temer por su vida Costa pudo ser rescatado y los médicos tuvieron que amputarle la pierna por encima de la rodilla.

Ahora sus familiares y compañeros del Axeon Hagens Berman se han volcado con su recuperación a través de la plataforma gofundme, con la que esperan recaudar unos 100.000 dólares para hacerle la recuperación mucho más llevadera. Hasta ahora se han recaudado más de 46.000 dólares y son muchas las personas anónimas que están contribuyendo para que esta joven promesa del ciclismo pueda volver a levantarse y seguir pedaleando por la vida.

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