Los años nunca pasaron para ella. Llegó incluso al oro olímpico a los 37 en aquella final mágica de Río de Janeiro en el agosto de 2016, pero el paso del tiempo no perdona. Antes o después obliga y a Ruth Beitia le ha llegado la hora de la retirada con 37 años. Así lo ha anunciado en una rueda de prensa en Santander, junto a su entrenador de toda la vida, Ramón Torralbo: las pruebas físicas descartan la posibilidad de seguir compitiendo al máximo nivel. Llegó el momento de la retirada.

El pasado agosto, la atleta cántabra salía del Mundial de Londres con la sonrisa puesta, aunque por dentro corría la preocupación real de un final adelantado a sus deseos. Porque el deseo de Beitia siempre fue seguir, seguir hacia delante, seguir cosechando éxitos desde el trabajo y el sacrificio. Valores que ya no le sirvieron en el último Mundial. Ni siquiera pudo pelear por los puestos de finalista lastrada por las lesiones que a punto estuvieron de dejarla sin competir. "No era el final que me había planteado ni soñado. Me llamo Ruth Beitia y soy lo que soy gracias al atletismo", reconoció emocionada entonces.

Apenas unos meses más tarde, con Londres como escenario de una retirada, ese final postergado en el tiempo no empaña la que ha sido una de las carreras más prolíficas del deporte español. Porque fue en 2012, también en la capital inglesa, cuando Beitia amagó con una primera retirada después de los Juegos Olímpicos de 2012. Ramón Torralbo, su "otro 50%", la convenció para regresar apenas dos meses más tarde aprovechando que se aburría bajo la lluvia del otoño.

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Desde aquel regreso, Ramón supo motivarla para reanudar el trabajo y Ruth comprobó enseguida que se lo pasaba en grande, que disfrutaba entrenándose. En paralelo con su carrera política como diputada del PP en el parlamento de Cantabria, ha conseguido los mejores logros de su vida: campeona olímpica, tres veces campeona de Europa -una de ellas en pista cubierta-, una medalla de bronce en un Mundial y dos Ligas de Diamante.

Seis meses muy duros

La cántabra, en su comparecencia ante los medios, ha reconocido que la decisión ha llegado después de seis "meses muy duros". "Me he hecho muchas pruebas a nivel médico", ha explicado la atleta, apuntando que el hombro ha sido el que más problemas le ha dado, porque "tenía constante migración de dolor por todas las articulaciones". Pese a que esas pruebas han descartado una artritis reumatoide sí han revelado que  Beitia está aquejada de una tendinosis del supraepinoso (inflamación que se ocasiona por el roce provocado por los movimientos repetidos de elevación del hombro). Una lesión que ha hecho, según recuerda la atleta, que el dolor la despertara muchas noches, sin dejarla conciliar el sueño.

Beitia ha declarado que ha llegado el momento de "llevar a otros aspectos de la vida" todo lo que le ha enseñado el deporte y todos los valores que ha atesorado a lo largo de 27 años en el atletismo. "Como entrenadora no valgo", ha subrayado al ser preguntada por la posibilidad de que siga la estela de Torralbo y ha matizado que su vinculación con el atletismo pasa actualmente por su pertenencia a la junta directiva de la Federación Española de Atletismo y al Comité Olímpico Español, organismos en los que quiere seguir poniendo su "granito de arena".

Ruth Beitia ha afirmado, en varias ocasiones, que se siente una privilegiada. "En los últimos años hemos recogido los frutos de tantos años de entrenamiento", que culminaron con el mayor de sus logros, un oro olímpico con el que hacia realidad su sueño de subir al podio en unos Juegos Olímpicos.

Aunque Ruth Beitia se ha mostrado sonriente a lo largo de casi toda la rueda de prensa, al final se ha despedido bañada en lágrimas, al recordar como uno de los momentos más gratificantes de su carrera, el abrazo que se dio con su entrenador tras recibir el oro olímpico. "No olvidaré en la vida ese abrazo, de decir, lo hemos conseguido", ha evocado Ruth Beitia al tiempo que se volvía a abrazar con Torralbo y reprochaba a los periodistas que "consiguieran" hacerla llorar.

Con esta decisión la atleta cántabra pone fin a una dilatada trayectoria en la que además del oro olímpico, destacan sus cuatro títulos de campeona de europa (tres al aire libre y uno en pista cubierta), sumando 16 medallas en competiciones entre olimpiadas, mundiales, europeos y juegos del Mediterráneo. Con dos Diamond League en su haber, la Medalla de Oro al Mérito Deportivo de 2015, año en el que recibió el Premio Nacional del Deporte y fue declarada "Mejor deportista del año", Beitia deja las pistas de atletismo para, por el momento, continuar con su faceta política como diputada del grupo popular en el Parlamento de Cantabria.