Cheste

Hace dos temporadas se tuvo que enfrentar a un reto mayúsculo al tomar la decisión de abandonar Yamaha, la fábrica con la que debutó en MotoGP en 2008 y con la que ganó tres títulos a lo largo de nueve temporadas, para enrolarse en la filas de Ducati. Un desafío tremendo para Jorge Lorenzo, al que le costó casi una campaña y media ganar su primera carrera vestido de rojo aunque luego cogió carrerilla. El piloto español cierra sus dos años vestido de rojo con un saldo de tres victorias, siete podios y cuatro poles después de perderse las cuatro carreras transoceánicas de este curso por una lesión en su muñeca izquierda que le obligó a pasar por el quirófano y de la que todavía no se ha recuperado al 100% antes de comenzar el siguiente reto con los colores del equipo Repsol Honda y con Marc Márquez como compañero de equipo.

“Doy las gracias a Jorge por todo el trabajo hecho. Demostró una voluntad increíble porque, para un campeón, no es fácil estar en el fondo y salir de esa situación. Eso sólo lo consiguen los grandes campeones. El balance con él estos dos años es positivo, aunque no tanto como esperábamos. Hicimos algunas carreras buenísimas, pero no luchamos por el título”, ha analizado Gigi Dall'Igna, director general de Ducati Corse, en la despedida de Lorenzo.

Cerrado el capítulo con la fábrica de Borgo Panigale, el desafío del piloto mallorquín vestido de naranja comienza este mismo martes en el circuito Ricardo Tormo de Cheste con dos días de entrenamientos que supondrán su primera toma de contacto con la Honda RC213V. “No es fácil que un piloto pueda correr en los tres mejores equipos en tan pocos años. Tanto Márquez como yo tenemos el mismo objetivo: intentar ganar. La experiencia que él tiene con esta moto yo no la tengo ni por asomo. Seguro que aprenderé mucho de él”, resume Lorenzo sobre un reto en el que la mayor incógnita radica en el tiempo que le llevará adaptarse a su nueva montura y a su nuevo equipo técnico, encabezado por Ramón Aurín.

Al ex ingeniero de pista de Dani Pedrosa, que en 2018 ha trabajado para Takaaki Nakagami en el equipo Honda LCR, se unen dos técnicos más especialistas en electrónica de la formación de Lucio Cecchinello: el holandés Arlan Holterman y el italiano Marco Barbiani. Junto a ellos también estarán el japonés Masashi Ogo y el alemán Emanuel Buchner, jefe de mecánicos y mecánico, respectivamente, de Pedrosa. Dos mecánicos nuevos llegan desde Moto2: el alemán Felix Kertzscher (Dynavolt Intact GP) y el español Carles Lurbe (Idemitsu Honda Team Asia). A todos ellos se une Juan Llansá, que lleva trabajando con Lorenzo desde que el mallorquín tenía 13 años y ni siquiera había debutado en el Campeonato del Mundo.

Una nueva estructura técnica que tiene que engranarse frente a una formación consolidada en el garaje de al lado, después de que Márquez consiguiera volver a reunir de nuevo a su dream team en 2014. “Es una nueva motivación y un nuevo aliciente tener a un campeón como Lorenzo como compañero de equipo. Seguro que lo hará bien con la Honda y habrá que aprender de él, porque en el motociclismo lo primero es ganar a tu compañero. Creo que nos llevaremos bien”, asegura el campeón del mundo de MotoGP ante la llegada de su nuevo compañero de equipo y rival.

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