No ha perdido la sonrisa tras la carrera de Argentina porque, según él, tiene facilidad para centrarse en lo suyo. En estos 10 días transcurridos desde la caótica prueba en el circuito de Termas de Río Hondo, donde fue sancionado hasta en tres ocasiones y terminó tirando a Valentino Rossi, Marc Márquez ha aprovechado para desconectar antes de afrontar el Gran Premio de Las Américas, que se disputa este fin de semana en el COTA de Austin. Desde Buenos Aires viajó a Sao Paulo (Brasil) para cumplir con unos compromisos publicitarios con Estrella Galicia y Unicef, organización con la que visitó una escuela de primaria en una favela. Acompañado por su padre Julià, su hermano Álex y por su amigo José Luis Martínez, dos días después viajó a Minneápolis (Minnesota) para disfrutar en directo del Supercross y allí les sorprendió una enorme nevada.

Unos eventos previstos de antemano, aunque al piloto español le vino bien no regresar a España para poder evadirse un poco de todo lo acontecido en Argentina tras las durísimas declaraciones de Rossi. “Ha destrozado nuestro deporte porque no tiene ningún respecto por los rivales. Me hizo perder el título a propósito. Tiene que alejarse de mí y no mirarme más a la cara. Tengo miedo con Márquez en la pista, porque viene expresamente a por mí”, llegó a asegurar el piloto italiano, que justo una semana después publicó una foto en Instagram bajo el título “Carrera difícil destrozada por un piloto peligroso”.

Marc Márquez, en un acto publicitario en Austin.

“Son opiniones y sensaciones respetables, pero yo siempre he dicho que nunca he sentido miedo en la moto. Tampoco le doy importancia. Me centro en lo mío y me gusta estar al 100% en pista y sacar un poco más. Por lo demás, me mantengo bastante al margen porque ya aprendí en el pasado que es lo mejor”, afirma Márquez, que llega a Austin con la victoria como único objetivo porque siempre ha conseguido la pole y ha ganado desde que el circuito texano debutó en el calendario mundialista en 2013.

El piloto español, fiel al discurso pronunciado en Argentina, asegura que no tendría problemas en hablar con Rossi. “Allí pasaron muchas cosas. Soy una persona a la que le gusta mejorar e intentar aprender de los errores. Cometí un error, fui penalizado por ello y fui a pedir disculpas, porque es lo que creía. No tengo ningún rencor ni ningún problema en poder hablar con Rossi”, sostiene Márquez antes de que este viernes todos los pilotos se encuentren en la reunión de la Comisión de Seguridad, donde el tema de Argentina estará sobre la mesa y se debatirán posibles cambios en el reglamento de MotoGP. “Esto es como el fútbol. Es imposible que nos pongamos todos de acuerdo, pero al menos hay cosas que creo que con el reglamento se pueden solucionar, como lo que pasó en la salida. Es difícil que nos pongamos todos de acuerdo, honestamente, pero tampoco depende de nosotros”, razona Márquez.

 

 

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