Le costó mucho a Daniel Ricciardo adelantar a Valtteri Bottas. Tanto que no pudo adelantarte hasta la última vuelta. Ahí es cuando se produjo el feo gesto de la carrera.

Parar a todos los pilotos. Esa era la misión que tenía Bottas, compañero de Lewis Hamilton, para así dejarle en bandeja la victoria a su compañero. No le sentó muy bien al piloto de Red Bull que le dedicó una 'peineta' nada más pasarle en la última vuelta. Minutos antes ya habían tenido las suyas ambos pilotos, cuando el piloto finlandés le dio un golpe al australiano. 

El primer encontronazo se produjo cuando Vettel superó, con muchas dificultades y con toque incluido, a Bottas. Ricciardo aprovechó que estaba detrás, venía más rápido y con neumáticos en buen estado, para hacer lo mismo. El resultado fue negativo para el piloto de Red Bull. Bottas no quiso dejarle pasar cuando el australiano le adelantó por fuera y arremetió contra él sin motivo alguno. 

En la última vuelta ambos pilotos se volvían a ver las caras. La tensión se palpaba en el ambiente tras el enfrentamiento que tuvieron minutos atrás. Ricciardo volvió a intentar el adelantamiento, cosa que esta vez consiguió dedicándole una 'peineta'

No fue la primera vez que Daniel dedicaba una peineta a un contrario. Ya lo hizo en Mónaco, en el año 2016, a Raikkonen, a Grosjean en Abu Dhabi en 2017 e incluso a su compañero Verstappen el año pasado en el mismo escenario. 

Al acabar la carrera, el finlandés fue sancionado con 10 segundos y 2 puntos de carnet. Pero ya daba igual todo, había conseguido su objetivo de parar a todos los pilotos, para que así Hamilton pudiese ganar el Gran Premio e Hungría cómodamente. 

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