El fundador de la Scuderia Ferrari decía que los pilotos perdían un segundo por vuelta con la paternidad. En 2015 Nico Rosberg y Vivian Sibold, su mujer, fueron padres de una niña. Con la vida personal afianzada y los primeros meses de paternidad superados el hijo del campeón del mundo Keke Rosberg está desmintiendo al Commendatore Enzo Ferrari puesto que parece que la pequeña Alaϊa ha hecho ganar, y no perder, medio segundo al piloto más rápido de la parrilla, ya con seis victorias consecutivas.

Su triunfo en tierras chinas le ha unido, junto a Alberto Ascari, Michael Schumacher y Sebastian Vettel, al selecto y reducido grupo de pilotos que han ganado seis Grandes Premios consecutivos. Una hazaña que abre una nueva batalla entre estadísticas y realidad, pues el análisis de los números deja una premonición que arroja un claro vencedor en una temporada que recién comienza.

Nadie entre los que ganaron los tres primeros Grandes Premios de un mundial perdió el título al final de la temporada. En otras palabras: la estadística ya ha proclamado campeón a Nico Rosberg.

Motivos para creer

Con 36 puntos de ventaja, Rosberg podría permitirse ir a Rusia y disfrutar de Sochi y, aun así, en el peor de los casos seguiría en cabeza con 11 puntos extrasde ventaja sobre el segundo. El alemán está demostrando fortaleza y tesón a la hora de afrontar la primera curva de cada carrera, que se están convirtiendo en decisivas este año, saliendo indemne de cualquier contacto, librándose de los problemas mecánicos como los que sufrió con los frenos en Melbourne y beneficiándose de los errores estratégicos de sus rivales. Da la impresión de estar tocado por ‘la suerte de los campeones’.

Por otra parte cuenta con un elemento esencial para igualar a su padre a nivel deportivo en cuanto a títulos mundial es se refiere. El alemán tienen entre sus manos el monoplaza con la mejor Unidad de Potencia del lote, con un volante que contienen un botón mágico que le hace volar. Rosberg no se sube a un coche sino que se pone a los mandos del posiblemente mejor chasis con una de las aerodinámicas más elaboradas y eficientes de toda la parrilla, lo que le permite optimizar el rendimiento de los neumáticos Pirelli ganando un margen de competitividad que el resto envidia. Un bólido, el W07 Hybrid, que el jefe del máximo rival, Mauricio Arrivabene, ha calificado como “el mejor monoplaza de la última década".

Con la suerte de su lado, la velocidad mostrada desde que perdiera todas las opciones de victoria del título 2015, el mejor coche de toda la parrilla y un botín de 36 puntos nada más iniciarse el mundial parecen motivos más que suficientes para poder asegurar que el campeonato volverá a escribir el apellido Rosberg en el libro de oro de la Fórmula 1. De hecho, las casas de apuestas han dejado de verlo como el eterno 'Poulidor': tras su victoria en China ha superado a Stirling Moss como el piloto con más victorias  sin coronarse campeón.

Pero… ¿qué piensa Nico Rosberg?

Ante la lluvia de datos y números tan obligada era la pregunta como sorprendente ha sido la respuesta de Rosberg por la honestidad y el respeto de quien sabe que este año la batalla será más larga que nunca. Así, en la comparación con los pilotos que consiguieron ganar los tres primeros Grandes Premios su respuesta fue contundente: "Ellos no tuvieron a Lewis Hamilton como compañero de equipo”.

Rosberg y Hamilton en Bahréin. Mark Thompson Getty Images

Rosberg sabe que al otro lado de su box está el piloto que le ha robado sin compasión cada oportunidad de proclamarse campeón, su nemesis en todos los sentidos, como piloto, como personalidad y como carácter. Nico Rosberg y Lewis Hamilton son blanco y negro a la hora de entender y vivir el mundo de la Fórmula 1, con formas de llevar su vida diametralmente opuestas al igual que la imagen que transmiten al mundo, sus declaraciones y las relaciones públicas.

El alemán ha aprendido cómo se las gasta su compañero de equipo desde que llegó a Mercedes y ha aprendido a base de decepciones lo duro que es convivir con un talento nato como el de Hamilton, que con el mismo material le ha ganado claramente a la hora de luchar por el mundial. Así, el alemán muestra cautela mientras algunos ya comienzan a perder un mundial al que le queda mucho recorrido y donde los números y las estadísticas han de refrendarse en la pista.

Lo que las estadísticas esconden

La historia de los ‘otros nueve’ que ganaron los tres primeros GP puede ser bien distinta a la que asistimos en la actualidad. La historia parte con Alberto Ascari en 1953 en un mundial que contaba con nueve Grandes Premios, incluida la prueba de las 500 millas de Indianápolis en la que los equipos europeos no participaban, y llega hasta Michael Schumacher en 2004 durante una temporada de 18 carreras.

Lo que las estadísticas no dicen es que jamás hubo un mundial con 21 Grandes Premios, es decir, la referencia de Schumacher contaba con las mismas carreras que restan en el actual mundial, por lo que en Rusia casi se parte de cero. Quedan 18 pruebas con rivales cada vez más cercanos y numerosos y con circuitos donde los alemanes se encontrarán con una oposición durísima como Montecarlo, Hungría y Singapore donde se pueden perder puntos preciosos.

Rosberg celebra su victoria en el GP de China. Aly Song Reuters

Hamilton lo tiene muy claro, sabe que la mala suerte se ha cebado con él y espera que su racha de infortunios cumpliera su cupo en China: “Tendré que ganar las 18 carreras restantes, estoy contento porque este año hay más grandes premios que nunca, así tendré más espacio para recuperar. Sólo tengo que hacer lo que siempre he hecho. Nico ha pilotado muy bien en las últimas seis carreras, para mi será un maratón y no un sprint”.

La historia que vivieron Senna o Mansell con sus compañeros de equipo no tenía la dimensión de la que el actual líder vive con Lewis Hamilton. En el caso de la época más gloriosa de Ferrari en la Fórmula 1 protagonizada por el todopoderoso Michael Schumacher, Felipe Massa no pudo nunca ni tan siquiera toser al teutón a pesar de contar con el mismo monoplaza.

Restan 18 Grandes Premios por delante y los números aún no se han completado en un 2016 que debe decidir si Nico Rosberg se queda en el grupo de campeones del mundo tras ganar las tres primeras los pruebas del mundial o como máximo exponente de aquellos pilotos que más carreras han ganado sin alcanzar nunca el título de campeón alejándose aún más de la marca establecida hace décadas por Moss.

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