La Fórmula 1 sufrió un terremoto brutal cuando Honda anunció su marcha. Dejaba de formar parte del 'Gran Circo' como motorista oficial dejando a sus dos equipos con muchas dudas por resolver y un futuro muy incierto. Tanto Red Bull como Alpha Tauri se pusieron manos a la obra para intentar resolver satisfactoriamente su continuidad en la élite del motor y la velocidad. 

La primera opción era acercarse a uno de los motoristas que todavía siguen vigentes en la parrilla. Sin embargo, esa opción era muy complicada. Mercedes, Ferrari y Renault tienen las líneas maestras de sus proyectos totalmente establecidas y en sus planes no entraba Red Bull

La casa alemana fue una de las primeras en descartarse de la ecuación, especialmente después de haber acogido bajo su seno a McLaren para este año, que cambiará de motor y se acercará a las 'flechas plateadas'. Las otras dos opciones no solo no convencían a Red Bull, sino que sería adentrarse en el universo de los rivales directos, lo que podría haber traído un importante perjuicio para sus aspiraciones. No es muy difícil pensar que hubieran ido por detrás de los equipos oficiales en cuanto a rendimiento. 

El Ferrari de Sebastian Vettel, durante el Gran Premio de Turquía de Fórmula 1 de 2020 REUTERS

En el caso de Ferrari, a pesar de el crecimiento que se espera para 2021, su último año no invita a pensar que sea una opción muy fiable para intentarle pelear el título a Mercedes. Además, ya cuenta con tres equipos en la parrilla: el propio Ferrari, Haas y Alfa Romeo. Por lo tanto, la opción más factible parecía ser la de Renault, que solo suministrará unidades de potencia a su propio equipo Alpine F1. Mercedes por su parte lo hará para el equipo de Toto Wolff, para el citado McLaren y para Aston Martin y Williams.

Lucha con Renault

Sin embargo, las enormes diferencias que provocaron su separación en el pasado y que Red Bull firmara su acuerdo con Honda hacían casi imposible esta vía de unión. De hecho, Renault nunca se declaró en contra de formar de nuevo una sociedad con Red Bull, pero dejó caer que simplemente serían los austriacos quienes se negarían porque eran su primera opción. Y al final, la realidad es que no lo han sido. 

Por ello, Red Bull, junto con su filial Alpha Tauri, ha estado trabajando para alcanzar la ansiada congelación de motores. Esto significa que ya no será necesario el desarrollo de los propulsores para admitir mayor cantidad de biocombustible, algo que estaba prevista que creciera de cara al 2023. Por consiguiente, Red Bull podrán mantener la actual tecnología que utiliza Honda y adquirir las instalaciones y el personal con el que están trabajando para seguir desarrollando su motor más allá del 2021. Antes de su marcha, esperan poder lucha por el título

El equipo Red Bull celebra una victoria de Verstappen Instagram (redbullracing)

El gran acuerdo

Esto debía someterse a votación con el resto de motoristas y según adelanta el medio especializado Auto Motor und Sport, tanto Mercedes como Ferrari y Renault votarán a favor de la congelación y de esta medida que favorece la supervivencia de Red Bull en la Fórmula 1. A cambio, se adelantarán en un año la introducción de todos los cambios que estaban previstos para las unidades de potencia, fechados para 2026, pero que llegarán en 2025. Esta decisión se votará, y se hará efectiva según las últimas informaciones, el 11 de febrero. 

El medio alemán también apunta a los difíciles que han sido las negociaciones entre Red Bull y Honda para conservar la confidencialidad de la propiedad intelectual de los japoneses de cara a la entrada de nuevos motoristas en el futuro. Existen muchos rumores de que Audi tiene serias intenciones de llegar a la Fórmula en 2025 1 y un acuerdo con Red Bull podría ser muy factible. Por ello, Honda quiere asegurarse que, en su ausencia, Audi no obtenga esos datos gracias a su hipotética unión con la casa de Milton Keynes

El último interrogante que le queda a la Fórmula 1 es saber cómo va a tratar la distancia que existe entre Mercedes y el resto de equipos si no existen especiales variaciones de cara al 2022. Si para ese año, cifrado como el del gran cambio, la situación sigue siendo claramente beneficiosa para el equipo alemán, habrá muy poco margen de actuación en los próximos tres años, hasta 2025, en los que la congelación de motores esté vigente. Sería tarea de la FIA estudiar de qué manera se puede volver a igualar la pelea. 

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