Charles Leclerc afrontará en unas semanas una temporada apasionante y espectacular de Fórmula 1 con un ambiente renovado en Ferrari. Dejar atrás el 2020 y el SF1000 es lo mejor que pueden hacer en Maranello, que sueñan con recuperar cuanto antes la competitividad que mostraron años atrás y que terminaron de perder en 2019, después de las correcciones que la FIA hizo sobre su monoplaza. 

El próximo curso, el monegasco tendrá al otro lado del box a Carlos Sainz, un piloto joven y con talento como él dispuesto a comerse el mundo y a cumplir su sueño de ganar vestido de rojo Ferrari. Será un cambio importante tras la salida de un melancólico Vettel que no ha presentado batalla alguna este año y que pensó incluso en la retirada, aunque finalmente escuchó la propuesta del nuevo equipo Aston Martin

El propio Sainz será uno de los mayores rivales que tendrá Leclerc el próximo año, aunque el piloto de Ferrari afirma que está deseando empezar a trabajar con él y a conocerle más. A pesar de que hay unos años de diferencia entre ellos, ambos forman parte de la nueva generación de jóvenes pilotos que quieren tomar el relevo de los Hamilton, Vettel, Alonso y compañía. 

Carlos Sainz junto a Mattia Binotto y Charles Leclerc en su primer día en Maranello FERRARI

Por ello, la unión entre ambos, algo que Sainz ha experimentado en sus años en McLaren junto a Lando Norris, será clave: "No conozco mucho a Carlos, pero cuando llegó a la F1 siempre fue una persona servicial y hablábamos a menudo. Tiene talento y estoy deseando trabajar con él".

Pelea con Verstappen

Sin embargo, Leclerc tendrá otro rival en la pista que no será el español y con quien sí se conoce bien. Se trata de Max Verstappen, un piloto de su mismo año, ambos son nacidos en 1997, y con quien ya ha tenido muchas batallas en categoría inferiores las cuales provocaron que saltaran chispas entre los dos. 

Tanto es así que el propio Leclerc ha reconocido que en declaraciones a Sky Italia F1 que tenían una rivalidad tan grande que no se podían ni ver: "Cuando éramos niños no nos podíamos ni ver, pero ahora ha pasado el tiempo y somos más maduros. Hablamos y hemos hecho grandes progresos. Max es un buen tipo, pero, cuando nos ponemos el casco, la rivalidad que teníamos en el karting vuelve a estar ahí".

Los encontronazos entre ambos también han llegado a la Fórmula 1. El último de ellos tuvo lugar en el Gran Premio de Sakhir ganado por 'Checo' Pérez, cuando el monegasco se llevó por delante al mexicano y a Max Verstappen. El de Racing Point pudo volver a la pista e incluso ganó la carrera, pero el holandés corrió peor suerte y abandonó la prueba.  Tras el incidente, 'Mad Max' calificó la acción de estúpida e innecesaria. 

Crecimiento de Ferrari

A pesar de estas batallas del pasado, Leclerc ya solo mira hacia delante y hacia la evolución del Ferrari, la cual no será fácil teniendo en cuenta lo abajo que está el punto de partida: "Yo lo intentaré, a pesar de que el objetivo sea muy alto. Tenemos que ser realistas, pero optimistas. Yo estoy aquí para que Ferrari gane en el menor tiempo posible, pero, como Binotto ha dicho, no será fácil. Pero yo lo creo. Lo creo cada vez que me subo al coche, a pesar de que sea en una temporada como la que acaba de terminar. Pienso en la victoria cada vez que estoy en la parrilla de salida, aunque sepa que será difícil, aunque sea imposible y sepa que necesito un poco de suerte".

El Ferrari de Charles Leclerc en Bahrein

"2020 ha sido un año muy difícil en muchos sentidos. Si hablamos del coche, ha sido un año complicado y no esperábamos tener tantos problemas. Hubo un momento en el que tuvimos que aceptar esta situación para poder analizarla y tratar de mejorar. Estoy satisfecho de eso, a pesar de que ha sido difícil. Olvidar esta temporada no sería lo correcto, porque cuando creces más es en estos momentos. Yo lo he sentido como piloto y creo que también nos ayudará como equipo. Hemos encontrado las cosas que nos harán mejorar en el futuro".

Defiende a Vettel

Leclerc no solo ha querido hacer una defensa del equipo, sino también de su ya excompañero Vettel e incluso de él mismo: "Seb tiene unas ganas increíbles de mejorar y de trabajar. Los medios de comunicación dicen que no está motivado, pero se equivocan. Trabaja en todos los detalles. Tanto cuando estaba en su mejor momento como ahora, siempre entregó su alma".

"Lo que más me molesta es que me critiquen por arrogante, porque sé bien que yo no he cambiado. Cuanto más lejos llego en mi carrera como piloto, más gente quiere hacerse mi amiga. Y eso no es por mí como persona, sino porque soy un piloto de Ferrari. Por eso me cierro un poco. Pero eso no es arrogancia. Yo no he cambiado en ese sentido. Tanto mi padre como Jules Bianchi me dijeron siempre que mantuviera los pies en el suelo. En mi carrera todo ha ocurrido muy rápido, pero siempre he tenido presente ese consejo. Es por eso por lo que la palabra 'arrogancia' me molesta más que el resto".

[Más información: Webber piensa en el futuro de la F1 y se olvida de Carlos Sainz: "Son Max Verstappen y Leclerc"]

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