Cuando estÁ a punto de terminar la temporada de la Fórmula 1, una nueva polémica ha estallado y no tiene que ver siquiera con alguno de los pilotos actuales de la parrilla. El protagonista es Nikita Mazepin (Moscú, 1999), quien se encuentra a las puertas de dar el salto al Gran Circo tras confirmarse su fichaje por Haas F1 Team para 2021. Un escándalo sexual le ha puesto en el ojo del huracán, pero ¿peligra su salto a la F1?

Un vídeo en el que Mazepin aparece manoseando a una amiga y que el propio piloto colgó en su cuenta de Instagram ha avergonzado a la Fórmula 1. Un comportamiento que hasta Haas tildaba de "aborrecible", lo cual hizo que muchos se preguntaran si el ruso sería despedido incluso antes de debutar. Se trata de una posibilidad abierta, pero en realidad remota.

Mazepin no es un apellido cualquiera. El padre de Nikita, Dmitry Mazepin, es un conocido y multimillonario empresario ruso. La fortuna de su familia se calcula en 13 mil millones de dólares y, para hacerse una idea de su magnitud, triplica las riquezas de los Stroll (2.5 mil millones). El imperio Mazepin proviene de la química Uralchem Integrated Chemicals Company, centrada en la producción de fertilizantes, y Dmitry hace tiempo que quiere meter la cabeza en la Fórmula 1.

Nikita Mazepin celebra una de sus victorias en Fórmula 2 F1

Desde hace un tiempo, Dmitry ha querido comprar un equipo. Lo intentó con Force India, pero Lawrence Stroll se adelantó (y Mazepin lo denunció), y lo ha intentado con otros como Williams o hasta Haas F1, donde ahora correrá su hijo. Su intención era 'comprar' un asiento para su hijo que hasta este año no ha destacado en la Fórmula 2, lo que le ha catapultado a la categoría reina sin (en teoría) la intervención de su padre.

La fortuna del padre de Mazepin y la situación económica de Haas, que no es la mejor, invita a pensar que sería una locura que Nikita fuera despedido por su último escándalo. Y sí, es el último porque ya ha protagonizado varios más. Mazepin es un piloto rápido, de los que arriesga, aunque su agresividad suele ser un problema, sobre todo, para sus rivales dentro de la pista.

Un piloto problemático

La forma de conducir de Mazepin ha hecho que, a sus 21 años, acumule más polémicas que carreras ganadas en sus dos años en la F2. Para la primera de ellas hay que remontarse a 2016 cuando competía en la F3 europea. Nikita se 'calentó' con Callum Ilott, actual competidor en la F2 y otro talento que antes o después dará el salto a la F1, y en un Gran Premio se lio a puñetazos con él. El resultado fue un ojo morado y la mandíbula hinchada del británico.

Y en la pista, en la F2 recuerdan sobre todo dos incidentes. En 2019, en el GP de Rusia, protagonizó una sucia maniobra al encerrar a Matsushita en una escapatoria tras salirse ambos de la pista. El japonés esquivó por poco el mismo muro contra el que chocó Carlos Sainz esta temporada. Y esta temporada, en la carrera de Spa, perdió su primer puesto tras ser sancionado y al llegar a la zona del podio arrolló un cartel con la intención de golpear a Tsunoda, quien se había beneficiado del castigo al ruso.

Mazepin es un piloto excesivamente agresivo en pista y alguien que descoloca a todos fuera de los circuitos. Lo ha hecho con su polémico vídeo, pero hace no mucho también se pasó de frenada al 'colarse' en un directo de George Russell en Instagram y advertirle de conocer sus 'secretos'. A día de hoy no se sabe si se trataba de una broma o una amenaza de Mazepin, si era un vacile solo lo él lo vio gracioso.

Así es Mazepin, el nuevo 'bad boy' de la Fórmula 1. Hará falta mucho más que un vídeo polémico para alejar a Nikita y la multimillonaria fortuna de su padre del Gran Circo. En el paddock ya se pueden ir preparando para lidiar con el que, por cierto, será el compañero de equipo de Mick Schumacher, el hijo del Káiser.

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