La presión que sienten los deportistas sobre ellos es un tema que ha tenido un largo recorrido en la historia y que lo tendrá siempre. Los entornos, las expectativas y la tensión que se genera en muchas ocasiones sobre personas jóvenes, con madurez deportiva, pero sin experiencia vital, le termina jugando una mala pasada a más de uno. 

Estos Juegos Olímpicos están siendo un claro ejemplo de ello, ya que se han producido algunos percances con deportistas que han reconocido rendirse a la presión y necesitar dar un paso al lado para poder recuperar sus vidas y el control sobre sus carreras deportivas. 

Hace no mucho se ponía el ejemplo de Naomi Osaka, una de las mejores tenistas del mundo y que en este 2021 se ha derrumbado por completo intentando aislarse del mundo para recuperar su mejor tenis y, sobre todo, la ilusión por seguir compitiendo. De hecho, la japonesa era la gran favorita al oro en sus Juegos Olímpicos, especialmente después de la eliminación de Barty. Sin embargo, ella también ha terminado sucumbiendo. 

No obstante, el caso más llamativo que se ha vivido en Tokio ha sido el paso atrás de Simone Biles, incapaz de participar en las finales de gimnasia artística para poder pelear por todos los oros en los cuales se la daba como ganadora incluso antes de estar en la pelea final por las medallas. 

Simone Biles, en la final de barra del Mundial de gimnasia artística de Stuttgart 2019.

Esa presión, esas altas expectativas y los diferentes fantasmas que le han atormentado en los últimos años han derivado en un caso de ansiedad y depresión que le ha hecho apartarse de los Juegos Olímpicos por unos días. La federación estadounidense de gimnasia confirmaba su ausencia y ella misma lo expresaba así con esta confesión: "Debemos centrarnos en nuestra mente y no en lo que la gente quiere que hagamos".

Ella ha estado más centrada en el exterior que en su interior y que en su propia competición y ha terminado estallando en el momento más inoportuno posible, cuando le tocaba hacer historia y pelear por todas las conquistas. Sin embargo, todos esperan que después de unos días de calma y tranquilidad pueda regresar a la competición para intentar sumar algún triunfo olímpico a su envidiable palmarés. 

La visión de Djokovic

Biles ha recibido el apoyo de infinidad de personalidades del deporte, pero la última estrella en mojarse no ha respaldado precisamente su visión de los hechos. Sin criticar la decisión tomada por la gimnasta, otro número 1 como Novak Djokovic ha hablado sobre lo que es para él la presión y cómo la considera una parte fundamental de la élite. 

"Es un privilegio. Sin presión no habría deporte profesional. Si ansías ser el mejor en tu deporte debes aprender a hacer frente a la presión. Y cómo hacer frente a esos momentos en la pista, pero también fuera de ella". Así se expresaba el serbio en unas declaraciones recogidas por Reuters que están dando de que hablar. 

Novak Djokovic, durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 REUTERS

'Nole' es una gran personalidad del deporte, una de las estrellas de los Juegos Olímpicos como podría serlo Biles, un número 1 que persigue hacer historia y conseguir en este 2021 algo que ningún otro tenista había hecho, ganar los cuatro grandes y el oro olímpico en una misma temporada en el circuito masculino.

Enfocado en ese objetivo de la presea de Tokio y del posterior US Open, Djokovic cuenta que claro que conoce esta presión de la que se está hablando, pero que él intenta escapar de esa visión: "No puedo decir que no lo veo o escucho. Está ahí, por supuesto. Pero he desarrollado la forma de no distraerme. He aprendido a poder plantarme en la pista y jugar mi mejor tenis". Esta opinión de Djokovic, polémica como siempre, aviva el fuego que está calentando más la cita de Tokio que el pebetero olímpico. 

[Más información: Simone Biles, la tragedia que esconde el éxito: una madre adicta, un hermano preso y víctima de abusos]

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