Puede que los quince minutos de gloria a los que –según Andy Warhol– tenemos derecho todos, sean en el caso del Reus unas cuantas jornadas de liga. Por ahora van siete. Nadie les ha vencido hasta la fecha. Al frente de toda la maquinaria: un ingeniero en telecomunicaciones dirigiendo el centro del campo. Es de una lógica aplastante. ¿Cómo no se le ha ocurrido a nadie antes?

Tres equipos no conocen todavía la derrota en la Segunda División, denominada Liga 123 este año –todos ellos con 13 puntos, 3 victorias y 4 empates, justo detrás en la tabla clasificatoria de Levante (16pts) y Córdoba (14pts)–: el Lugo, el Mirandés y el equipo con menor presupuesto, y por consiguiente con menor límite salarial de la categoría, capitaneado por Ramón Folch. Y Folch es un prototito de futbolista muy poco habitual en nuestro país.

Como muchos otros jugadores nacionales de su posición, ha pasado mucho tiempo los últimos años fijándose en Xavi Hernández y en Sergio Busquets. Como muchos otros también ha tenido que bajarse al barro y pasar una buena parte de su carrera en categorías regionales, tercera, o 2ªB. La diferencia es que entre entrenamiento y partido, Folch se machacaba a estudiar. Ahora es el más veterano de uno de los equipos de moda, con cuatro temporadas en el primer equipo, la próxima semana cumple 27 años y ha conversado con EL ESPAÑOL sobre el antes y el después.

"No conocíamos el significado de la palabra profesionalismo"

“Cuando llegué no llevábamos mucho tiempo en 2ªB, y el objetivo siempre era mantener la categoría. No conocíamos el significado de la palabra profesionalismo [el club se profesionalizó hace 3 temporadas]. Muchos compañeros compatibilizaban los entrenamientos con el trabajo. Yo no trabajaba, estaba estudiando. Terminé la Licenciatura en Telecomunicaciones antes de llegar al Reus. Aquí me saqué un máster en Aplicaciones Multimedia. Lo terminé el año pasado".

Para todo aquel que quiera ser presidente de un club de fútbol, un consejo: permita que los jugadores estudien y luego coloque a un licenciado a manejar el equipo. No puede salir mal. Es de sentido común. Pero qué raro es ver esto es un futbolista profesional. “Al final, cuando entrenas lo haces por la mañana o por la tarde, te puede ocupar unas 5-6 horas, y te queda tiempo para hacer otras cosas con tu vida”, explica Folch. “Del fútbol pueden vivir muy pocos. Y, aunque vivas del fútbol, tras la retirada tendremos que hacer otras cosas. No lo hace más gente porque el problema es que estudiar también cuesta, sobre todo si no lo tienes inculcado. Yo lo he aprendido en casa, mis padres y mis hermanos me han ayudado".

Y es que lo que es fácil para unos, es difícil para otros. Folch, que en siete jornadas no ha tenido ningún problema en recuperar 52 balones y repartir 439 pases –con una efectividad del 83%–, recuerda con especial desgana lo mucho que le costó la carrera. “La asignatura más difícil fue Procesado de Señal. Tuve que estudiarla durante dos años. Telecomunicaciones nunca me llegó a gustar mucho. Cuando acabé el instituto no sabía qué carrera estudiar. Un amigo la empezó y decidí apuntarme también. Ahora mismo veo complicado dedicarme exactamente a ello cuando deje el fútbol. Cuando elegí el Máster ya me preocupé de estudiar algo que me gustara más".

Xavi Guix CF Reus

En efecto, las aplicaciones le gustan más. Igual que le gusta ser protagonista de esta cambio de era en la ciudad. “Reus siempre ha sido más de Hockey sobre patines, tiene mucha historia compitiendo contra el Barça. Poco a poco el fútbol va captando más afición. Comparado con hace tres años, se nota la diferencia. Ahora nos reconocen por la calle, estamos llenando el campo [4.000], y antes no iban ni mil personas".

El centro campista reusense habla de sus rivales como el que está de paso, convencido de que dentro de unos meses todo puede estar patas arriba. “Veo muy sólido al Levante, pero también hay muchos equipos que aún no están bien y que cuentan con muy buenos jugadores. El Mirandés está bien también, como nosotros, pero no sé sabe dónde acabaremos ninguno de los dos.”

Otra pieza clave del Reus está por encima del césped: Sergi Parés, director deportivo. El encargado de obrar el milagro de manejar el presupuesto más bajo de la Liga 123. Lo bueno es que Parés, además de ser psicólogo, entrenador y máster MBA en Dirección de Empresa, de exprimir equipos humildes sabe un rato. En su época de trotamundos del fútbol fue uno de los culpables [hizo uno de los goles del Lleida en la debacle del Real Madrid] del memorable ejercicio de exorcismo de Benito Floro en el vestuario del Camp d´Esports el 6 de marzo de 1994 –“Con el pito nos les follamos” –.

En conversación con EL ESPAÑOL, recuerda los chillidos angustiosos de Floro con sosiego, catalogándolo como una anécdota más del oficio. “En directo no lo escuchamos, pero lo entendimos como una forma de motivarles y sacar el orgullo de unos grandes jugadores que perdían contra un equipo hipermotivado; no como una falta de respeto ante nosotros”.

Parés resume cómo se organiza el equipo más pobre de Segunda División, y cómo aún no les ha podido ganar nadie. “Hemos apostado por la mejora continua, dar continuación al bloque que trabajó en 2ªB. Hemos hecho lo mismo también con el cuerpo técnico [encabezado por Natxo González], para buscar una idea de juego clara. Se ha trabajado para traer jugadores de Segunda División que jugaran por aquí, por esta zona, y también jugadores de 2ªB que estuvieran destacando".

Ramón Folch ante Saúl en el partido Reus - Atlético de la temporada pasada. EFE

Sobre Folch, el guía espiritual del Reus, el director deportivo va soltando una lista interminable de elogios. El capitán les ha conquistado a todos. “Está entre los jugadores de aquí que han dado un paso más. Ahora maneja más registros. Sabe jugar por dentro, superar líneas defensivas, buscar el primer pase en progresión. Es un jugador excelente. Además es un referente para nuestros equipos de base. Es un ejemplo por sus valores. Le costaba mucho esfuerzo hacerse hueco cuando jugaba en las categorías inferiores, tuvo que irse a jugar a regional, y le acabamos recuperando. Es ingeniero, es inteligente, es ambicioso".



Este domingo, en la octava jornada, el Reus se juegan su condición de invicto en Girona. Alguna vez tendrán que perder. De hecho, cada semana queda menos para que llegue esa primera derrota. Pero, de momento, ahí queda la racha y el clímax multimedia que tienen a su alrededor. Para el capitán, Ramón Folch, va todo tan rodado que en la estudiada fórmula hay sitio incluso para gritar gol: “Nunca he sido muy de meter goles, el año pasado metí uno, alguna temporada he marcado tres o cuatro. La semana pasada contra el Rayo hice mi primer gol en Segunda. Ahora todo es más difícil, claro".

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