Philippe Coutinho no podrá debutar con el Barcelona durante el próximo mes. El centrocampista brasileño, fichado por 160 millones de euros (120 fijos más 40 en variables), sufre una lesión en el recto anterior del muslo derecho que se hizo tras jugar contra el Leicester el pasado 30 de diciembre. Su dolencia la ha confirmado este lunes el club después de que se sometiera al reconocimiento médico del doctor Pruna.



El brasileño se perderá el partido de la vuelta de octavos de final de la Copa del Rey contra el Celta (su equipo empató en la ida: 1-1), y los partidos de Liga ante Real Sociedad, Betis y, posiblemente, ante Alavés. Podría jugar su primer partido el próximo 4 de febrero en el derbi catalán frente al Espanyol, equipo en el que ya militó antes de fichar por el Liverpool.



El Barcelona, con el traspaso de Coutinho, ha gastado en total 312 millones (si no se cuentan los 85 millones en variables comprometidos por el brasileño y Dembélé, que costó 105). Es decir, en total, habría invertido casi 400 millones en una nómina de jugadores que completan Paulinho (40 millones), Semedo (30), Deulofeu (12) y Marlon (5).



Con este dispendio, el Barcelona traiciona su palabra dada en verano y su modelo, ese que pregonaba la primacía de la cantera sobre la cantera. El propio Alberto Soler, exdirector de deportes del Barça durante la última ventana estival, llegó a afirmar que “gastar 270 millones por dos jugadores el último día de mercado habría sido una irresponsabilidad” y que habrían tenido “que dimitir”. Tiempo después, han fallado a su palabra.



En cualquier caso, Coutinho ya ha pasado el reconocimiento médico (con esos 20 días de baja) y tendrá tiempo para reinstalarse en Barcelona junto a su familia. Sobre todo, su mujer Aine, su hija María y sus perros Will y Mell.