Pasar por el altar, firmar un contrato o establecer una relación con alguien implica aceptar a la otra parte en su totalidad. Es decir, en un matrimonio, por ejemplo, a la familia del otro; y en un contrato laboral, aquellos problemas (o beneficios) generados por la vida saludable (o no) de la persona y su entorno. Eso lo sabe bien el Barça, que aceptó a los toiss como complemento de Neymar, o el escarceo nocturno de Romário como costumbre –por hablar de dos brasileños–. Esta vez, con Philippe Coutinho, será diferente. O eso parece. El centrocampista no tiene fama de verso libre fuera del campo, sino de romántico. Sí, así es: lo acredita ese currículum moderno llamado Instagram.



Coutinho, el jugador más caro de la historia del Barça (160 millones de euros), llega a Barcelona para romper una época (aquella que pregonaba el espíritu de cantera sobre el de la cartera) y para acabar con un tópico: ese que dice que fichar brasileños –para lo bueno y para lo malo– implica cierto riesgo. En este caso, no es así. El centrocampista, presentado este lunes, tiene fama de persona familiar, educada y comprometida. Al Camp Nou, llega para sustituir a Iniesta a corto-medio plazo –quizás uno de los futbolistas más correctos que ha acogido la historia del club– y comparecerá en cada partido junto a su familia: su padre Juan Carlos, su madre Esmeralda, sus hermanos Leandro y Cristian, su mujer Aine y su hija María.



A todos ellos los acompañarán las dos joyas de la corona: sus dos perros llamados Will y Mell. “Siempre estoy con ellos. Son unos grandes compañeros de vida. Los saco a pasear por el parque y son parte de la familia”, reconoció en una entrevista con el canal de Youtube del Liverpool, club desde donde llega el centrocampista.



SU PRIMER Y ÚNICO AMOR



Aine, su mujer –se casó con ella en 2012–, será su confidente en esta nueva etapa en Barcelona. Coutinho la conoció cuando tenía 14 años en una tarde de fútbol en un barrio de Río de Janeiro. Su primer contacto fue con un balón de por medio. Ambos, de clase media, se conocieron entonces y han mantenido su relación. De hecho, desde que contrajeran matrimonio, han aumentado la familia. La pequeña María, que acaba de cumplir dos años, es la ‘reina’ de la casa. Con ella celebraron su cumpleaños con una foto en Instagram y con ella, también, se ‘disfrazaron’ estas Navidades para felicitar a todos: “¡Merry Christmas!”, escribió el brasileño.

Junto a Aine, que dejó sus estudios en Brasil para acompañar al futbolista, Coutinho ha recorrido medio mundo. Primero Milán (jugó en el Inter), después Barcelona (en su temporada en el Espanyol), en última instancia Liverpool y ahora de nuevo de vuelta a la Ciudad Condal. También en diversos viajes –uno de los vicios de Coutinho– y en diferentes casas. En todos sitios junto a sus perros y una videoconsola; con mensajes románticos –como los que publica en Instagram el nuevo fichaje culé– y un sueño: triunfar en el Camp Nou con la camiseta azulgrana.