La Eurocopa de las 24 selecciones echa el cierre. El torneo más largo de todos los que se jugaron acaba con su partido número 51 en una final por la que pocos hubieran apostado. La anfitriona, eso sí se esperaba, contra la Portugal de los empates. Griezmann vs Cristiano. Los vecinos de España.

Francia llegó sin destacar, ganando con dudas a Rumanía y Albania y empatando ante Suiza en primera fase. Remontó ante Irlanda en octavos, goleó a Islandia en cuartos y resistió al poderío alemán en semifinales. Con Griezmann llegó lejos y eso le valió, ocultando lagunas que no les acabó afectando.

Portugal obró el milagro a la vez que reinventaba la forma de ganar en el fútbol. No venció ni un solo partido en la primera fase. Pero tampoco lo perdió. Tres empates en un grupo ultrafácil, con Austria (1-1), Islandia (1-1) y Hungría (3-3). Pasó como mejor tercera, en uno de esos regalos que había planificado Platini para la Eurocopa que después no pudo disfrutar. Y, cosas del formato, le acabó saliendo rentable. Anuló en octavos a Croacia, que había enamorado ante España, con un gol de Quaresma en el tramo final de la prórroga. Volvió a empatar en cuartos y sobrevivió en penaltis. Y acabó dando el golpe en semifinales, con aparición estelar de Cristiano.

Se cierra el círculo

El último anfitrión que llegó a una final fue, precisamente, Portugal. En aquella Eurocopa de 2004 se dio la casualidad que el partido inaugural fue el mismo que el último: Portugal - Grecia. Y el último anfitrión que ganó el torneo fue... Francia. En 1984 en Eurocopa y en 1998 en Mundial. Les Bleus han sido los únicos que han resistido a esa ya extendida maldición del que organiza el torneo se despeña.

Y, para completar el círculo, Portugal se presenta con un estilo muy similar al que le quitó esa Eurocopa en su casa, la Grecia de Otto Rehhagel. Lo hace de la mano de Fernando Santos, un técnico de Lisboa 'crecido', precisamente, en Grecia. Cuando Charisteas marcaba en Da Luz, él ya había firmado con el AEK Atenas. Antes había estado en el Panathinaikos. Y después entrenó al Aris de Salónica. Como punto final, para completar su aventura griega, acabó siendo cuatro años seleccionador griego, sustituyendo a Rehhagel. El técnico lisboeta exportó lo mejor de allí y lo llevó a su Portugal.

El resultado es este. Una selección que maximiza el valor de sus goles (solo un partido lo ganó en los 90 minutos, el único que ganó con más de un gol de diferencia) y un fútbol poco vistoso, pero rentable. Podrán decir con orgullo los lusos que nadie les ha ganado en esta Eurocopa y, al fin y al cabo, de eso se trata el fútbol. 

Cuando dos estilos valen para triunfar

La final será un cara a cara directo entre Antoine Griezmann y Cristiano Ronaldo, reeditando así también su duelo en la final de la Champions. El del Atleti, que completará una temporada de 9,5 (se juega el 10), estará mejor acompañado, ya que contará con un equipo de mucho más talento. A su lado estará Payet, que bien le podrán elegir revelación del torneo, aunque también Giroud, de los más criticados en Francia por sus continuos fallos ante el gol. Es en el puesto de delantero centro donde más se han notado las ausencias.

Detrás, músculo en el centro del campo con Pogba, Matuidi y ¿Sissoko? El jugador del Newcastle convenció a Deschamps y el seleccionador francés podría 'cargarse' a Kante. En defensa está todo claro, una vez que Umtiti quitó el puesto a Rami. Sagna, Koscielny y el mítico Evra acompañarán al nuevo jugador del Barcelona en la zaga, con su capitán Lloris en portería.

En Portugal hay más dudas, sobre todo por los tumbos que ha ido dando durante todo el torneo. Fernando Santos ha ido cambiando su alineación en función del rival, por lo que es una incógnita su equipo en la final. Si Pepe llega bien de la lesión que le hizo perderse las semifinales, jugará junto a Fonte, Cedric y Guerreiro en defensa. Los dos sportinguistas, Joao Mario y William Carvalho, estarán en el centro del campo, presumiblemente acompañados por Renato Sanches. Arriba, Cristiano con Nani y la duda de Adrien Silva o Quaresma.

Una rivalidad decantada para Francia

Será la primera final Portugal - Francia, partido en el que los portugueses serán locales, a pesar de jugarse en Saint-Denis, aunque eso sí, sonará 'La Marsellesa' en segundo lugar para hacer más emocionante la ceremonia inaugural. 

Sin ser una de las grandes rivalidades del panorama de fútbol europeo, el duelo entre lusos y galos siempre aparece en citas señaladas. Y, hasta ahora, siempre Francia sale victoriosa. Los datos dicen que se han enfrentado 24 veces, con tan solo cinco victorias de Portugal y un empate. Los diez últimos enfrentamientos los ganaron los franceses. Y los más importantes, también.

Porque Portugal tiene varias fechas en su calendario negro y entre ellas aparece tres veces Francia. Y en tres semifinales. En la Eurocopa 1984, los galos, antes de ganar el torneo ante España, eliminaron a Portugal en una prórroga recordada como uno de los grandes momentos del fútbol francés. 16 años más tarde, en Bruselas, se repitió el mismo guión: 1-1 en las semifinales y los franceses triunfan en la prórroga. Entonces fue Zidane el héroe, sustituyendo a Platini.

No hay dos sin tres y en el Mundial 2006 un penalti transformado por Zidane volvió a acabar con los portugueses. Fue ese el último partido oficial entre ambos países aunque la racha gala continuó en otros dos partidos amistosos. Pero, eso sí, no es esta Eurocopa para confirmar estadística. Tampoco Alemanía había ganado nunca a Italia... y la ganó. La azzurra llevaba desde 2008 sin 'rascar' a España... y 'rascó'. Francia se había estrellado varias veces ante los germanos y la eliminó. 

Ganó Francia en 1984 y en 2000. Ahora, en 2016, quiere seguir la combinación: una Eurocopa cada 16 años. O lo que es lo mismo, un título cada cuatro ediciones. Si lo consigue, será su tercer entorchado, igualando a Alemania y España. Buscará evitarlo Portugal y ser así el décimo país en ganar el torneo. Una cosa ya es segura: una de las dos relevará a su vecina España en el cetro continental. 

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