Solo tardó 25 minutos el Barcelona en aclarar que ellos sí quieren ganar la Copa y que tener la Liga tan sentenciada no conlleva no ganar otro torneo. Los azulgrana, en su línea, con sed de títulos, con ganas siempre de ganar más y más. Es lo que le diferencia del Madrid y es lo que le hizo remontar al Espanyol en cuartos de Copa del Rey. [Narración y estadísticas: Barcelona 2-0 Espanyol]

No necesitó el Barcelona hacer el partido del año para remontar la eliminatoria. Con una muy buena primera media hora, con mucha hambre y con las ideas muy claras le valió para quitarse otro encuentro que podría tener mucho trampa. Los culés demostraron su fiabilidad, su buen hacer y su candidatura a todo. Con la Liga ya en su poder, la Copa también la tocan. Este viernes, el sorteo de semifinales (13:00 horas) con Barça, Valencia, Leganés y Sevilla.

Con un Espanyol achicado y un Messi insaciable, estaba claro que antes o después el partido acabaría desequilibrándose del lado culé. Si ya las diferencias de antemano son enormes, más grandes son si Valverde saca a su equipo de gala y no sale a observar. El guión fue el esperado, con un Barça continuamente al ataque y remontando la eliminatoria rápidamente. No hubo ni tiempo para la duda.

Luis Suárez marcó el primer gol del Barcelona en el minuto 8. REUTERS

Primero, con un gol de Suárez de cabeza (8') tras un pase preciso de Aleix Vidal (con 'cantada' de Pau López incluida) y después con un tanto de Messi que se aprovechó de la parsimonia de la defensa perica, incapaz de sacar un balón en la frontal del área. Tuvo suerte suerte el argentino, ya que el esférico golpeó en Naldo y engañó a Pau. Cuando estás en un gran momento, todo te va bien. También los rebotes.

Asentado en el 2-0, el Barça no quiso desengrasar más la máquina, durmió el partido aún tomando un riesgo innecesario (estuvo a un gol de la eliminación) y solo se revolucionó, y no con mucho éxtasis, con la entrada de Coutinho en lo que era el debut como azulgrana del brasileño, que jugó su primer partido ante su exequipo, porque hace ya muchos años llegó a militar en el Espanyol. Si los culés hubieran querido, habrían acabado goleando.

Quique Sánchez Flores la lió desde el principio a dejar a uno de los héroes del partido de ida, Diego López, en el banquillo. Ya fue una medida que sorprendió y que lanzaba un mensaje poco coherente. Optó por Pau López, el titular en Liga, que está mostrando un buen nivel, pero que en el Camp Nou se ahogó en la primera media hora, la que acabó decidiendo la eliminatoria. Pau entró con miedo y tardó mucho en adaptarse al juego. Y Diego, que frenó a todo el Barcelona en Cornellà, en el banquillo. El mensaje no fue del todo bueno. Lo haces extremadamente bien y te ganas la suplencia en la competición en la que siempre fuiste titular. 

Coutinho jugó su primer partido en el Barcelona. REUTERS

Necesitado de un gol, Quique sacó a Leo Baptistao y Sergio García pero ellos y Gerard Moreno estaban aisladísimos en un ataque que ni apareció porque allí no llegaban balones. El conjunto perico apenas tiró a puerta y no creó ningún tipo de peligro. Se olvidó de Melendo, el autor del gol en la ida, al que solo dio cinco minutos. Su caso, idéntico al de Diego López. Su relevancia en la ida no se vio premiada en la vuelta.

Leo Messi dio al palo en el 88', dos minutos después de que el Espanyol se acercara al área de Cillessen en un balón de Baptistao al que no llegó Gerard Moreno porque le desequilibró Jordi Alba. No se pitó nada, pero en el caso de que hubiera algo era fuera del área.

Justo semifinalista el Barcelona no porque brillara sino porque fue mucho más listo que su rival. Y también, claro, porque es infinitamente superior. El Espanyol se plantó en el Camp Nou con un planteamiento con muchas lagunas y con una plantilla muy limitada. El Barça, camino del doblete. Es lo que tiene querer ganar todo. Algunos deben aprender.

Noticias relacionadas