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El malestar del Real Madrid con el colectivo arbitral se ha incrementado a raíz de las actuaciones que los colegiados han protagonizado ante el Espanyol y el Atlético de Madrid. La cartulina roja perdonada incomprensiblemente a Carlos Romero en el RCDE Stadium quien, a la postre, marcaría el gol de la victoria para los pericos; y el penalti señalado ante el Atlético de Madrid han sido las gotas que han colmado el vaso.

Tras el partido ante el equipo catalán, el Real Madrid publicó una dura carta dirigida a la RFEF. Bajo el título 'Un escándalo mundial' y la imagen de la entrada de Carlos Romero sobre Mbappé, el club blanco acusó al árbitro de "adulteración", al VAR de "manipulación" y reclamó una "reforma estructural" en el sistema. Es por ello que fue la única institución que no se presentó en la reunión convocada por la Federación con los árbitros.

Si bien el Comité Técnico de Árbitros (CTA) castigó inmediatamente a Muñiz Ruiz e Iglesias Villanueva (árbitro principal y árbitro del VAR) tras el partido ante el Espanyol, en un intento por no pillarse los dedos en el derbi, Medina Cantalejo designó a Soto Grado y Ricardo de Burgos Bengoetxea como los responsables de que se hiciera justicia en el terreno de juego del Santiago Bernabéu.

El penalti señalado a falta de diez minutos para la conclusión de la primera parte volvió a sembrar la duda sobre el funcionamiento del VAR. Además de la responsabilidad de Soto Grado como árbitro principal, el foco de atención se ha puesto sobre Ricardo de Burgos Bengoetxea, un viejo conocido en el seno madridista por el informe que realizó el hijo de Negreira quien se lo hizo llegar al Barça.

El colegiado vasco instó a Soto Grado a acudir al monitor a ver un posible penalti de Tchouaméni sobre Samu Lino. De primeras, De Burgos Bengoetxea le mostró una primera imagen general que "no es muy nítida". Es por ello que le enseñó otra imagen de mayor calidad para que vea "el pisotón". Además, añade: "Páraselo en el punto de contacto para que lo vea por favor" es decir él ya condiciona la decisión que toma el árbitro de campo principal. 

Soto Grado señaló el punto de penalti por la toma de una imagen donde, a cámara lenta, se aprecia el involuntario pisotón del jugador francés. El colegiado riojano pidió que le muestre la imagen desde otra toma, pero la respuesta del colegiado vasco fue contundente: "Estas son las de mejor calidad, César. Las demás están muy barridas".

El Real Madrid estalla

Al término del partido, el canal oficial del club, Real Madrid TV, cargó duramente contra la actuación arbitral. "Gol de Soto Grado y asistencia de De Burgos Bengoetxea. El Madrid no suma hoy tres puntos por su culpa", confesaba el medio televisivo.

Con el pitido final, el malestar se agudizó con el empate en el marcador. "De Burgos Bengoetxea no puede volver a pitar al Real Madrid. Cuánto más se equivoca, mayor ha sido la progresión y el ascenso de este árbitro. La semana pasada el VAR no avisa al árbitro en la entrada a Mbappé y hoy sí que lo llama en el penalti inexistente a Lino. Encima, esta semana sí hay audios del VAR, no es casualidad", admitieron.

La paciencia se terminó cuando el juego no se reanudó en el minuto 31 y Soto Grado se echó la mano al pinganillo para oír con claridad las indicaciones que recibía desde la sala VOR: "El problema es que a Soto Grado le congelan la imagen para que parezca que el francés le pisa, están manipulando las imágenes desde el VAR porque le muestran cuando la punta de la bota de Tchouaméni está encima de Lino, si ves la jugada después te das cuenta de que Lino se tira de manera antinatural".