Los cambios en la estructura del FC Barcelona parecen no tener fin. Joan Laporta ya prometió instaurar un nuevo proyecto y, meses después de ganar las elecciones, ha comenzado a mover ficha dentro del organigrama culé. El máximo mandatario prescindió por la mañana del entrenador del filial y horas más tarde comunicó su despido a otro rostro conocido como Guillermo Amor.

El exjugador ha sido una de las personas del Barcelona que más han estado ante las cámaras en las últimas temporadas. Ejercía desde 2017 como director de relaciones institucionales, papel que en otros equipos como el Real Madrid ejerce Emilio Butragueño. Ese puesto en el conjunto catalán le llevó a ser el 'analista' oficial en las jornadas de partido. Amor, tanto en los momentos complicados como en los escasos de alegría que ha vivido el club en los últimos meses, tenía que plantarse ante la prensa con derechos de retransmisión para valorar al equipo. Y, teniendo en cuenta los últimos tensos meses, su labor no ha sido fácil.

Una función que, sin embargo, dejará de hacer. Guillermo Amor no continuará en el Barcelona tras convertirse en un nuevo despido de Joan Laporta. El máximo mandatario quiere un nuevo 'portavoz' y solo falta por conocer el nombre de quien sustituirá al exjugador. Curiosamente, fue con Laporta con quien se produjo el fichaje de Amor, que antes de director de relaciones institucionales se encargó del fútbol base.

"Dentro del marco de la reestructuración del Área de Fútbol Profesional, el FC Barcelona ha nombrado el exjugador Guillermo Amor, nuevo responsable de Relaciones Institucionales y Deportivas del primer equipo de fútbol. Guillermo Amor mantendrá también sus tareas en el fútbol formativo profesional", anunció el club hace cuatro años. Ahora, en otra reestructuración, Amor pierde el puesto.

Constantes cambios

Joan Laporta ganó las elecciones del Barcelona sin hablar de nombres. No le hacía falta, pues su figura era la opuesta a la de Josep Maria Bartomeu, que dimitió ante la inminente moción de censura que iba a vivir. Su victoria suponía iniciar una nueva etapa y, a la vista de sus cambios, esa se va a producir. A lo largo de los últimos meses, con la temporada en juego, las modificaciones más importantes no se han producido con el objetivo de mantener cierta estabilidad. Sin embargo, acabada la campaña, el nuevo Barça de Laporta va tomando forma.

Porque Guillermo Amor no es más que una de las muchas piezas. Uno de los primeros cambios que realizó Laporta fue el de cesar a Albert Soler, responsable de las secciones profesionales del club, y al entonces responsables de servicios jurídicos Gómez Pontí. Este último, además, se había visto salpicado por el Barçagate. También surgieron rumores sobre quién se encargaría de la cantera, pero no ha sido hasta estas últimas semanas cuando Laporta ha cambiado el liderazgo en equipos como el de fútbol sala o el de balonmano. Un proceso que no ha hecho más que empezar.

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