El FC Barcelona puede convertirse en el último golpe de Puma en el mercado del deporte mundial. La marca alemana ha implementado una estrategia clara en los últimos años con el objetivo de entrar en la rivalidad NikeAdidas. Y, a base de acuerdos rompedores y de fichajes multimillonarios, han conseguido establecerse como una opción de peso entre las marcas deportivas. El acuerdo con el conjunto catalán, sin embargo, supondría un nuevo salto.

El equipo azulgrana ha estado asociado los últimos años a Nike. Su último contrato, además, se firmó en 2016 con una vigencia de diez años. Pero ahora, con Joan Laporta en la directiva y una situación económica muy complicada, la cúpula culé busca más ingresos que nunca para solventar el azote de la Covid y de la época de Bartomeu. Por ello, según ha publicado Ara, se espera poder renegociar el contrato con Nike mientras Puma sondea la posibilidad de entrar en el tablero de juego.

El Barça, en ese contrato firmado con Nike, se garantizó algo más de 100 millones de euros fijos más un ingreso extra en forma de variables por temporada que podía dejar la cantidad final en hasta 150 'kilos'. Cifras que la crisis generada por la pandemia de la Covid-19 ha acabado por lastrar y que ha llevado a ambas partes a barajar una revisión del contrato. Una situación que Puma puede aprovechar para consumar su gran asalto al mercado.

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Supondría, en caso de producirse, su asentamiento en el mundo del fútbol. Un proceso paulatino en la última década y que, por el momento, está dando resultados positivos. En 2019, año cumbre de la marca alemana, se sumaron Manchester City y Girona con un contrato de diez años. Y también se cerró el acuerdo con el Valencia, en su caso con una duración menor que no llegó a trascender -entre 2022 y 2024-. Más recientemente, y en un gesto de apoyo al fútbol femenino, anunció en 2020 un acuerdo con el Palmeiras para el "patrocinio a 23 jugadoras del elenco femenino del Palmeiras".

Además, esos acuerdos no se han limitado a clubes o deportistas individuales, sino que también se han extendido a grandes organizaciones. LaLiga, sin ir más lejos, firmó un acuerdo con Puma en 2019 para darle el patrocinio del balón. Un acuerdo que puso fin a una relación de prácticamente 23 años con Nike. Y, de igual manera, también consiguió ganarse la confianza de la Fórmula 1. Con la gran competición de automovilismo, y también en ese 2019, Puma pasó a ser socio exclusivo y obtuvo permiso para comercializar productos con los logos de la Fórmula 1.

El golpe de Neymar

Puma ya había firmado a grandes deportistas con anterioridad, pero fue el contrato con Neymar el que en 2020 le dio el protagonismo que tanto buscaban en la marca alemana. El brasileño, crack mundial, con millones de seguidores y referente en el PSG, podía otorgar a Puma la exposición deseada. Y, por ello, se lanzaron con todo a convencer al delantero. Tradicionalmente asociado a Nike, Puma logró hacer historia: 25 millones de euros por año tuvieron la culpa de ese fichaje. Un contrato nunca antes firmado y que acababa con las cifras vistas hasta el momento.

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Así, Neymar se sumaba a una lista cada vez más larga de futbolistas de élite vinculados a Puma. Luis Suárez o Antoine Griezmann, por ejemplo, también tienen contratos con la marca alemana. Sergio Agüero, reciente fichaje del FC Barcelona, fichó en 2011 por Puma con un contrato de larga duración. Y fuera del fútbol, donde Puma también quiere coger fuerza, la marca consiguió a un Usain Bolt que tras su retirada perdió foco mediático, y a un Lewis Hamilton que en 2017 también pasó a ser fichaje y que, al contrario que Bolt, sí se ha mantenido en lo más alto de la élite deportiva.

Operaciones que han dado a Puma su lugar en el mercado junto a Adidas y Nike. El objetivo es seguir creciendo y los rumores de un posible vínculo con el FC Barcelona consagrarían el crecimiento de la marca germana. En el caso de la entidad catalana, que parece mucho más complicado, hay que tener en cuenta que su estrella Leo Messi es imagen emblemática de Adidas.

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