Andrea Agnelli, presidente de la Juventus de Turín uno de los máximos promotores de la Superliga Europea, se quedó solo "en Italia y en Europa" y su futuro al mando del equipo turinés está "más en duda que nunca", según asegura la prensa italiana en sus portadas de este jueves.

"Rompecabezas Agnelli", titula el diario milanés La Gazzetta dello Sport, que destaca cómo el presidente del Juventus ya no cuenta con apoyo ni en Italia ni en Europa, después de que nueve de los doce socios fundadores de la Superliga renunciaran entre este martes y miércoles al proyecto.

Según el periódico rosado su futuro al mando del Juventus "está más en duda que nunca" y la decisión final será tomada por John Elkann, el presidente de Exor, máxima accionista del club juventino.

Andrea Agnelli, durante un acto de la Asociación Europea de Clubes (ECA)

El diario turinés Tuttosport también se centra en Agnelli en su portada y, pese a asegurar que en este momento la presidencia del Juventus no está en serio peligro, destaca como el empresario italiano deberá "restablecer las relaciones con la UEFA y la Liga de la Serie A".

La renuncia de Inter y Milan

Si los otros dos clubes italianos fundadores de la Superliga, el Inter de Milán y el AC Milan, renunciaron al proyecto de forma clara, llegando en el caso milanista a pedir perdón a los aficionados, el Juventus reconoció que se rindió, momentáneamente, por el abandono de los otros socios.

El cuadro turinés y Agnelli recibieron duras críticas por los medios italianos y por varios protagonistas del mundo del fútbol transalpino, encabezados por el directivo del Parma Alessandro Lucarelli, quien llegó a definirle como un "pésimo empresario" que no respeta los valores del deporte.

El diario romano Corriere dello Sport se centra más en el aspecto deportivo en la portada de este jueves y su titular principal es sobre el triunfo por 3-1 del Juventus contra el Parma, penúltimo, en la trigésima segunda jornada de la Serie A.

[Más información: El fracaso de la Superliga pone el fútbol europeo en las manos de la UEFA y los jeques árabes]

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