Iker Muniain se la jugó ante la Real Sociedad. Hace una semana, el Athletic disputaba la final de la Copa del Rey 2019/2020 aplazada por la Covid-19 y se atrevía a tocar el trofeo justo antes de salir al césped. Una acción muy supesticiosa en el mundo del fútbol y que, según la 'maldición', impide que el equipo en cuestión la acabe ganando. Muniain quiso desfiar al destino y a las habladurías, pero salió perdiendo.

Por ello, una de las grandes dudas era si repetiría acción en la final de la Copa del Rey ante el Barcelona. Muchas dudas y toda una jugada arriesgada. En la previa, además, Muniain no se atrevió a descartar ningún escenario. Lo dejaba todo para el momento de salir a La Cartuja. "Son decisiones que toma cada uno. Las copas no se ganan ni se pierden porque uno lo toque o lo deje de tocar, se ganan en el campo", advertía en la rueda de prensa horas antes de la gran final.

"No sé lo que haré mañana, lo consultaré esta noche con la almohada". Y la almohada parece haber dicho "no". Muniain, con todas las miradas puestas sobre él, pasó por la Copa del Rey y ni la tocó. Prácticamente apenas quiso mirar el trofeo. Un detalle que acabó con cualquier superstición y que, seguro, festejaron los aficionados del Athletic que ya vieron como hace una semana la imagen cobró relevancia al término del partido.

El jugador vasco, cabe recordar, era una de las grandes dudas para la final de Copa del Rey. Muniain, clave en el equipo de Marcelino, llegaba algo tocado e hizo saltar las alarmas en el viaje a Sevilla por unas posibles molestias. Se vio cogeando al jugador y las cábalas sobre una posible lesión no tardaron en extenderse. Teniendo en cuenta su influencia en el juego del Athletic, no verse sobre el terreno de juego hubiera supuesto un duro varapalo para el esquema rojiblanco.

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Sin embargo, Muniain acabó saliendo al césped como titular del Athletic y, además, rectificando una escena que se le volvió en contra con el trofeo de la Copa del Rey. Bien por presión, por casualidad o por firme convencimiento, la maldición de tocar el título antes del partido parece que continuará durante algún tiempo más.

Una final de revancha

El duelo entre ambos conjuntos era rememorar el duelo de la final de Supercopa que ya se disputó en el mismo estadio. Athletic y Barça llegaron a la pelea por ese título tras eliminar a Real Madrid y Real Sociedad respectivamente. En aquella ocasión, y contra todo pronóstico, fueron los vascos los que se llevaron el triunfo en un partido igualado hasta el final y donde Iñaki Williams marcó las diferencias con un golazo en la frontal del área. Los dos equipos, reyes en la Copa, tenían mucho en juego.

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