En pleno siglo XXI, la LGTBIfobia sigue siendo parte del pan nuestro de cada día. El mundo del deporte no es una excepción a esta lacra ante la que todavía queda mucho por hacer, pero también ante la que se van dando pasos adelante para erradicarla o al menos intentarlo. 

Este mismo mes de marzo, se conocía que el PSOE había registrado en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley en la que insta al Gobierno de España a hacer un esfuerzo para erradicar los comportamientos contrarios a la libertad sexual en el ámbito deportivo y de forma especial en el fútbol.

El objetivo del grupo parlamentario socialista es el de modificar el Protocolo de actuación para el restablecimiento de la normalidad en competiciones, pruebas o espectáculos deportivos al que se refiere el artículo 15.2 de la Ley 19/2007 contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte.

En la actual redacción, hay petición de condenar aquellos "actos o conductas violentas, racistas, xenófobas o intolerantes", una redacción a la que se quiere incluir lo siguiente: "Actos intolerantes contra la comunidad LGTBI o violencia contra las mujeres".

Y no solo esto, también se formula que en cualquier evento de índole deportiva, con especial atención en el fútbol, se paren partidos o competiciones cuando se produzcan gritos homófobos durante cinco minutos. Además, se quieren llevar a cabo campañas de "sensibilización, formación y de lucha contra la LGTBIfobia" por parte del Consejo Superior de Deportes (CSD).

Agrupación Deportiva Ibéritca LGTBI+

En EL ESPAÑOL hemos podido hablar con Víctor Granado, presidente de ADI LGTBI+. Este organismo nació en el año 2009 como la Agrupación Deportiva Ibérica LGTBI+ que une a entidades deportivas de gais, lesbianas, bisexuales y transexuales de la península ibérica. En la actualidad representa a casi 3.000 deportistas LGTBI+ y trabaja para la erradicación de la homofobia y la promoción de la diversidad afectivo-sexual en el deporte.

Granado explica cómo se ha acogido la propuesta no de ley del PSOE: "La reacción desde ADI tiene que ser positiva, cualquier paso que se dé contra la LGTBIfobia en el ámbito del deporte pues son buenas noticias. Hasta ahora la Comisión Estatal Antiviolencia nunca ha recogido un solo incidente de carácter LGTBIfóbico ni en los partidos de fútbol o baloncesto de alta competición ni en ningún otro".

Hay una vía jurídica más consistente que es la modificación de la Ley 19/2007

"No hay datos sobre esto. Lo más parecido es el informe que todos los años hace el Ministerio del Interior sobre delitos de odio, pero no se conoce el dato. La necesidad de conocer datos es muy importante y todo lo que tenga que ver en avanzar en esto y promover la visibilidad de las personas LGTBI en el deporte también lo es", continúa exponiendo el presidente de ADI.

"Lo que es verdad es que de alguna manera esa propuesta sí que se queda un poco corta porque pensamos que hay una vía más rápida o no sé si llamarlo más rápida, pero sí jurídicamente más consistente que es la modificación de la Ley 19/2007. Tal y como está ahora sí que podría servir para luchar de forma activa contra la LGTBIfobia en el deporte, pero nunca se ha utilizado así", puntualiza Víctor Granado.

¿Por qué ahora?

La pregunta que puede estar rondando la cabeza de la mayoría es por qué esto no se ha hecho antes. En ADI creen que todo viene porque "en general, la reflexión sobre el deporte" no se ha hecho en España: "Tenemos una Ley del Deporte de los años 90 en la que las mujeres o las personas con discapacidad practicando deporte no aparecen. Hay regulaciones en el ámbito del deporte que han sufrido cosas de todos los colores".

El deporte es un foco potente de transformación social y de ahí que se pida que también sea un ejemplo en la lucha contra la LGTBIfobia. "No ha habido ni un espacio ni un interés para visibilizar el deporte como algo realmente importante en términos sociales y solo se ha visto en términos de negocio y de espectáculo", dice Granado.

"Entonces cuando uno ve que el deporte tiene un impacto social, tiene una capacidad de transformación social y puede ayudar a combatir determinadas conductas en la sociedad, es de repente cuando salta la liebre. Pero no hay interés o no ha habido mucho interés en hacer este tipo de trabajo en general y, menos aún, con las personas LGTBI", añade el presidente de la agrupación.

Pancarta por Aitor Zabaleta Juan Herrero Agencia EFE

Recuerda así el fondo de la citada Ley del 2007, para la que se pide una modificación: "Está muy pensada para espectáculos televisivos, para grandes eventos y un poco como respuesta al asesinato de Aitor Zabaleta, seguidor de la Real Sociedad, en un partido contra el Atlético de Madrid. De ese tipo de violencia y para intentar evitar que eventos deportivos en España reprodujeran episodios violentos como en otros lugares, pues surge esta legislación. Pero nunca ha habido una inmersión profunda sobre todo el potencial transformador que tiene el deporte".

El dato más llamativo

El PSOE lanzó el dato llamativo de que habría 142 futbolistas profesionales gais en España. Un dato que llega tras un estudio del año 2016 según el cual el 6 por ciento de la población de Europa forma parte del colectivo. Extrapolado a España significa que alrededor de 1,3 millones de personas LGTBI practican deporte en nuestro país y de ellos 270 de alto nivel.

Víctor Granado entiende que es "una estimación que puede ser verdadera o no". "Estaría bien que los partidos políticos y sobre todo las instituciones del Estado no harían estimaciones, sino que tuvieran datos y que tuviesen detrás un trabajo real, serio y concienzudo que no nos llevase a hacer este tipo de cosas de carácter estadístico".

A mí me gustaría que antes de que la gente salga del armario, no tuviese que entrar

"¿Hay este número de personas LGTBI? A lo mejor no las hay. A lo mejor el conjunto de elementos disuasorios que han impedido y que impiden en la práctica llegar al alto rendimiento a las personas LGTBI es tan importante que no llegan. Puede ser que no lleguen o puede ser que lleguen y no estén en condiciones de seguridad, de autoestima, de trabajar su propia LGTBIfobia interiorizada... como para poder visibilizarse", apunta Granado.

Esta cuestión se centra en especial en el fútbol, en el deporte rey. Pero no es algo propio del fútbol masculino, no hace tanto se produjo un grave incidente contra dos jugadoras, por entonces ambas militantes en el Deportivo de La Coruña, que visibilizaron su relación dándose un beso en las redes sociales: "Todo esto sigue siendo parte de una violencia que se instala y que se aprovecha de los grandes espectáculos".

"Yo creo que sería importante analizar: ¿las personas LGTBI, en general, perciben o no hostilidad en los ámbitos deportivos? Y en ese caso, ¿por qué?", reflexiona el presidente de ADI. "A mí me gustaría que antes de que la gente salga del armario, no tuviese que entrar y que, además, hubiese conductas de solidaridad y sororidad. Igual que se hace con las campañas contra el racismo", apostilla.

Más apoyo

Una forma de visibilizar el problema sería la suma de apoyos, tal y como ha venido pasando con la lucha contra el racismo en los últimos años. "A mí me gustaría que los capitanes de fútbol o de baloncesto, de los deportes mayoritarios, al igual que las personas que representan a sindicatos y a asociaciones profesionales de deportistas hombres y mujeres, con independencia de su orientación sexual, se comprometieran con la lucha de la LGTBIfobia", pide Víctor Granado.

"Yo creo que sería muy potente ver a gente como Rafa Nadal, Pau Gasol, Carolina Marín, Mireia Belmonte... Personalidades importantes en el mundo del deporte en España decir de manera inequívoca que la LGTBIfobia es incompatible con los valores del deporte y que están radicalmente en contra. Si ese entorno se diera, creo que sería más fácil que varones gais en el fútbol de élite sintieran una acogida y un apoyo suficiente para no tener que pensar que tienen más que perder", afirma.

Un futbolista de la Premier League con un brazalete con la bandera LGTB durante el último Rainbow Laces

¿Cuántas personas LGTBI que no son visibles ni en sus trabajos ni en sus vidas, pero luego exigen a los futbolistas y las futbolistas que lo sean? Esta es la reflexión que Víctor Granado pide a la gente que haga. "Es verdad que la exposición pública te permite tener una mayor proyección social, pero también tiene sus costes", asegura el presidente de ADI.

"Sería muy fácil hacer del fútbol y de los futbolistas masculinos un muñeco de paja, pero no tiene sentido. Lo lógico es estudiar por qué pasa este fenómeno, por qué no pasa que haya un futbolista gay en activo. Después de lo que pasó con Fashanu no ha habido un futbolista en activo que haya expresado su orientación sexual", recuerda Granado.

Insultos y miedos

Los pocos futbolistas que han declarado abiertamente su homosexualidad lo han hecho luego de retirarse. Y son muchos los jugadores que han tenido que soportar insultos LGTBIfóbicos a lo largo de su carrera. Famosos son los casos de Míchel o Guti, que a lo largo de sus trayectorias profesionales tuvieron que escuchar gritos de 'maricón' por parte de las aficiones rivales.

"Nunca ha habido un reproche sobre estos comportamientos, se entendía como que era parte de la 'sal de la vida' y que no pasaba nada", denuncia Víctor Granado. "Como sociedad no hemos hecho esta reflexión, cómo este tipo de conductas reproducen conductas LGTBIfóbicas incluso aunque no seamos conscientes de eso", argumenta. 

Ante ese temor que parece latente a lo que comúnmente se llama 'salir del armario', figuras como Philipp Lahm o Héctor Bellerín han señalado que es muy complicado que un futbolista se declare homosexual, llegando el alemán a aconsejar a los jugadores a no hacerlo.

Antoine Griezmann Reuters

"Estas son visiones que tienen algunas personas desde dentro. Lo bueno es que siempre podemos colocar contraejemplos. Yo creo que es importantísimo el gesto de Antoine Griezmann en favor de las personas LGTBI, en el caso concreto de los varones en el fútbol porque representa justo en la línea en la que se debería caminar. Y, sobre todo, lo que más me gustaría de Lahm y de Bellerín es que si ellos aconsejan esto porque consideran que sería perjudicial, que, al menos, abanderarán una causa contra la LGTBIfobia en el fútbol masculino", afirma Granado.

Educación

La base de todo es la educación. Educación para normalizar al colectivo LGTBI y dejar atrás las conductas 'prehistóricas'. "Si entendiésemos el deporte como un espacio de socialización, entenderíamos que es un espacio donde transmitir valores que tienen que ver con los valores del deporte y que la discriminación está fuera del deporte en cualquier caso", expone el presidente de ADI.

"Lo que suele pasar es que las personas que tienen labores técnicas no disponen de mucha información sobre las realidades plurales de las personas LGTBI, que las administraciones no se han ocupado de realizar esta tarea y de formar por lo tanto, que los medios de comunicación tampoco han hecho esta reflexión y, de hecho, siguen riéndose algunos cada día de situaciones LGTBIfóbicas durante una retransmisión y así un largo etcétera", continúa.

"Lo que hay es un enorme déficit de seriedad de la sociedad que debemos construir y de lo que se tiene que quedar fuera. Con educación se puede paliar el asunto. Las expectativas que tenemos como sociedad también son un buen diagnóstico de lo que pasa", prosigue Víctor Granado.

Mirando al futuro

Expuesta la problemática, se vienen dos cuestiones: ¿será posible erradicar los comportamientos LGTBIfóbicos de los eventos deportivos? Y, ¿llegará el día en el que los deportistas, especialmente los futbolistas, podrán decir sin temor a lo que suceda su orientación sexual?

Víctor Granado es optimista ante ambos escenarios: "Es nuestro deseo. No sé si va a pasar o si va a pasar pronto, pero creo que con iniciativas como esta del PSOE o con otras que podrían derivarse de esta, que vendrían de la mano de la AFE, de los sindicatos, de las federaciones... Pues con todo eso y con el apoyo relevante de personas importantes en el fútbol, hablando de este deporte, en contra de la LGTBIfobia, yo creo que se podría conseguir".

Hace unos años era impensable esta legislación en España

"A título individual destaco esas palabras de Griezmann, pero a título institucional tengo que destacar el trabajo que hace el Cádiz CF. Que un club tan importante como este colabore con ADI, difunda este mensaje, quiere participar en el Observatorio para la Diversidad en el Deporte, pues es una buenísima noticia y es una línea que si las propuestas no quedan en papel mojado, y se transforman en reglamentos con capacidad punitiva y los agentes del fútbol apoyan esto de una forma clara, igual que se ha llegado a condenar el racismo, se podrá llegar a una condena social clara y efectiva contra la LGTBIfobia", asegura.

"Es una tarea de todos y todos tenemos que trabajar en la misma dirección. Creo que es importante que para que haya datos, cualquier situación de LGTBIfobia que se identifique, quede trasladada de ella al Observatorio de ADI. Sin datos es muy difícil crear campañas y políticas públicas", añade el presidente de ADI.

En cuanto a lo segundo, Granado sentencia: "Sí, si no fuéramos optimistas no estaríamos trabajando en esto. Otra cosa es cuánto tiempo tardemos en conseguirlo entre todos y en mantenerlo. El reconocimiento de derechos tiene que mantenerse. Yo creo que sí, que ha habido cambios. Era impensable que hubiese este tipo de legislación en este país hace unos años. Tenemos once leyes integrales contra la discriminación de las personas LGTBI en las comunidades, seis leyes integrales para la protección de las personas Trans en las comunidades autónomas y aunque ahora es un momento difícil, creemos que esto llegará y que es necesario el trabajo de todos para conseguirlo".

[Más información: El PSOE cifra en 142 los futbolistas gays y pide parar los partidos cuando haya gritos homófobos]

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