Argentina, Lomas de Zamora, Villa Fiorito. Es el lugar concreto donde nació, creció y despuntó una estrella. El barrio de Diego Armando Maradona, humilde y trabajador y que vio sobre su barro las primeras patadas de El Pelusa. Tras su fallecimiento a los 60 años y como consecuencia de una parada cardiorrespiratoria, esta zona humilde se ha llenado de periodistas y cámaras. Todos quieren saber cómo era la vida del exjugador. Cómo se encuentra la que fuera su casa. Y, muy importante, cómo se le recuerda tantos años después de que abandonara su vivienda.

EL ESPAÑOL, para conocer esta realidad de primera mano, habla con Walter Salguero, delegado municipal de Villa Fiorito. Y lo hace, además, mientras está en la misma casa donde el astro argentino se curtió con su familia. "Estoy en la casa de Diego, acá en Fiorito". Si algo se ha destacado de la infancia de Maradona fue su humilde origen. Y es verdad. Ahora está "mucho más mejorado de cuando él vivía", pero Diego conoció las calles de tierra y la vida más complicada. "Cuando iba a las prácticas tenía que tomar 15 cuadras". A Diego le esperaba un suelo que, con suerte, no era una piscina de barro.

La primera pregunta es clara. ¿Cómo ha vivido el barrio la perdida del delantero? Y Walter Salguero responde: "Para uno que lo conocía y lo vio jugar, es doblemente triste". Maradona siempre defendió se mostró orgulloso de sus raíces. Fue lo que le caracterizo durante toda su carrera. El chaval de zona pobre que se había convertido en el Dios del mundo. Tenía a todo el planeta a sus pies después de haber vivido en lo más bajo. Y de ahí el especial vínculo que guardan todos los que nacen en Villa Fiorito.

Mural de Maradona Cedidas por el delegado municipal Walter Salguero

"Era un humilde de la Villa que llegó a ser lo más grande. Fue el futbolista más grande de la historia, y que nunca haya perdido la sensibilidad y la humildad... Es gente de bien". El que se cría en Fiorito sienten a Maradona como parte suya. "Uno más de nosotros" y que "siempre va a estar en lo más alto", comenta a EL ESPAÑOL el delegado municipal. Porque Diego fue "un muchacho que de la nada, de la humildad, llegó hasta donde llegó". Las comparaciones que se han hecho a lo largo de las últimas décadas han sido constantes. Sin embargo, en su barrio natal no tienen ninguna duda de que, "con el respeto que se merecen los demás deportistas, no habrá ninguno igual, jamás".

Luto en el barrio

La notificación de la muerte de Maradona llegó como en el resto del planeta. De forma inesperada. Dejando tocado el ánimo. Hablando hacia los adentros y negando lo sucedido. No podía ser, tan solo unos días después de haber recibido el alta tras ganar una nueva batalla a la vida. Fue todo un shock. Salguero cuenta a este periódico que tuvieron que acercarse "a la casa a colaborar con la familia" porque hubo más de 10.000 personas en las calles. "Todos los medios nacionales e internacionales, fue terrible". Y, mientras se producía esta charla telefónica Madrid-Villa Fiorito, los medios seguían fuera informando.

Diego Armando Maradona nunca renegó de dónde había salido. Era de Villa Fiorito, aunque como reconoce el delegado municipal, ya es una ciudad por la cantidad de gente que vive en la zona. Nada tiene que ver con lo que vivió Diego. Bueno, la humildad y la escasa capacidad adquisitiva de los que transitan por sus calles sí.

El delantero ya no vivía allí. Tocó la fama y se marchó por obligaciones deportivas. Su familia siguió sus pasos y recibió las ayudas de El Pelusa para cambiar su domicilio. La decisión que tomó su madre fue darle la casa a la misma mujer que la ayudaba en las tareas domésticas. "Y, en un gesto de grandeza y humildad que solo tienen los pobres, se lo regaló a esa familia que hoy son los moradores de esta vivienda", cuenta Salguero.

Vecinos arreglan la casa de Maradona Cedidas por el delegado municipal Walter Salguero

Casa en ruinas

Según publicaron medios argentinos como Clarín o Infobae, esa misma mujer que recibió la casa ya no vive ahí. Ahora la ocupa un hombre y varios chicos que, según estas informaciones, no han sido del todo colaborativos con los vecinos. El buen ambiente que existía con la familia Maradona ya no era tal. La casa, donde el Dios conocido como 'El Pelusa' había crecido, estaba en ruinas. No sería la primera vez que el hogar de una estrella se venía abajo, pero en esta ocasión tenía remedio. "Estaba deteriorada. Ahora, con la decisión de nuestro intendente, se está mejorando. Obviamente con un acuerdo con el morador de la vivienda".

Casa de Maradona Cedidas por el delegado municipal Walter Salguero

Desde las autoridades se optó por defender el legado maradoniano. "Ya está declarado como patrimonio nacional", cuenta el delegado municial a EL ESPAÑOL. En el mismo día de la muerte de Diego se trabajó en reformar la fachada, pero antes, por su 60 cumpleaños, varios vecinos y trabajadores habían colaborado para limpiar la zona. Esas ruinas no podían borrar un pasado tan valioso para la Villa como el hogar del jugador argentino.

"Se han hecho muchos murales desde la concejalía. Se hizo una galería de 400 metros de un barrio muy humilde como la Caba. Empieza con una imagen de él sentado en un balón con siete metros de alto y debemos tener más de 100 retratos de él en Fiorito". Es un museo allá por donde se pasa, aunque la intención es convertir esta casa que ya se está reformando en el verdadero templo de Maradona. Mientras tanto, sus fotografías siguen en el campo del Estrella Roja, donde jugó muchos partidos de pequeño.

Maradona con Estrella Roja Cedidas por el delegado municipal Walter Salguero

Inversiones

El vínculo de Maradona con el barrio seguirá vivo. Diego no se ha ido, como han repetido todos sus conocidos. Diego no se puede borrar de la historia ni del futuro. Y menos en su barrio de toda la vida, donde además de ídolo y Dios, casi es hermano y compañero. En los últimos meses no pudo acercarse por sus problemas de salud. La Covid-19, que ha azotado a Villa Fiorito durante todo este tiempo de pandemia hasta situarles como uno de los grandes focos de Buenos Aires.

¿Ayudó Maradona o se olvidó de los suyos? Según confirma a EL ESPAÑOL este delegado municipal, Diego "ha ayudado", "ha ayudado muchísimo" y, de hecho, un "centro de atención médica" de la zona se debe al apoyo del astro argentino. Las ruinas en las que se había convertido su hogar están en pleno proceso de reconstrucción. Y su rostro no hace más que multiplicarse por las calles de la zona. Maradona será más Maradona que nunca en Fiorito, una villa que ya es ciudad y que siente la pérdida de 'El Pelusa' como una de las mayores desgracias de su historia.

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