El FC Barcelona no quiere dejar salir a Messi de ninguna de las maneras. Sin embargo, en caso de que no quede otra opción que abrirle la puerta, se remitirá a la cláusula de salida de 700 millones de euros que tiene el astro argentino. Todo lo que no sea recibir esos fondos será visto como un agravio en la entidad catalana.

Por ello, la directiva de Josep María Bartomeu tiene claro que acudirá a los tribunales en el caso de que la FIFA otorgue al jugador el transfer provisional que le permita fichar por otro club. La seguridad de la cúpula culé con respecto a la situación contractual de Messi es notable y el Barça denunciará tanto a Leo como al club que consiga su incorporación si la FIFA concede ese transfer provisional.

La dureza del FC Barcelona contrasta con las decisiones tomadas desde el círculo más cercano a Messi. En un primer momento se optó por reclamar una reunión con la directiva. Un encuentro que serviría para pactar una salida y rebajar la tensión. Pero esa opción fue rechazada inmediatamente por el club, dando paso a una versión mucho más dura del jugador.

Leo Messi, protegido con mascarilla y guantes para acudir a la Ciudad Deportiva Joan Gamper para hacerse la prueba del Covid-19 EFE

El argentino quiere marcharse al Manchester City y abandonar el Barcelona. Incluso Guardiola ha viajado a la Ciudad Condal recientemente desatando los rumores. Como muestra de su enfado, el delantero sigue sin acudir a los entrenamientos arriesgándose a ser sancionado.

La última cumbre la protagoniza Jorge Messi, padre del astro argentino y peso pesado a la hora de tomar decisiones sobre el futuro profesional del '10'. Y, nada más llegar a Barcelona, ha mostrado el pesimismo sobre la continuidad de Messi en el equipo de Koeman.

El futuro del Barça depende de Messi

El conjunto catalán avisó de una verdadera revolución tras la catástrofe de Lisboa. Haber perdido ante el Bayern de Múnich por un histórico 2-8 iba a abrir la puerta de salida para algunas de las conocidas 'vacas sagradas'. Sin embargo, tras la negativa de la mayoría de estos jugadores de abandonar la entidad de forma gratuita, el proyecto de Koeman ha perdido fuerza y más de uno continuará. Los veteranos eran los que iban a aportar los fondos necesarios y esa opción ha quedado descartada.

Por ello, en la entidad blaugrana ven a Messi como su único salvador económico. La situación de crisis generada por la pandemia de la Covid-19 no permite realizar grandes inversiones. Y de ahí que los 700 millones de euros que se reclaman por el argentino sean tan urgentes. Dejarle marchar sin ingresar una cifra importante será un fracaso y reducirá considerablemente las opciones del Barcelona en el mercado.

Las incorporaciones pretendidas y posibles en la Ciudad Condal ya son pocas. Lautaro Martínez parecía el objetivo más factible. Sin embargo, el Inter de Milán, que llegó a soñar con juntar al delantero con Leo Messi en la Serie A, ha descartado ambas operaciones. Fuentes de la entidad italiana han confirmado recientemente que son "rumores locos" y que ninguno de los dos movimientos se producirá.

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