El Manchester City de Guardiola tuvo el pase a la semifinales de la Champions con dos acciones que marcaron el final del partido. Los de Pep tuvieron que remontar el gol inicial del equipo francés y estuvieron durante toda la segunda mitad asediando la meta del Olympique Lyon. El gol de De Bruyne parecía calmar la situación, pero de nuevo llegó la réplica del combinado galo en una acción polémica por un posible fuera de juego. 

Avanzado ya el segundo tiempo, Sterling tuvo en sus botas el empate con una clamorosa ocasión en la que recibió un pase de la muerte perfecto en el corazón del área pequeña. Sin embargo, con todo a favor, el delantero inglés la echó a las nubes. Acto seguido llegó una contra del Lyon y un fallo garrafal de Ederson que no blocó un disparo fácil de atajar y le dejó a Dembelé en bandeja el tercero para poner la puntilla. 

El equipo de Pep Guardiola tendrá que esperar un año más para intentar cumplir su objetivo de ganar la Champions, y es que este año, dos errores demenciales le han privado, al menos, de colarse en las semifinales y de enfrentarse al Bayern Munich, su antiguo equipo. 

Sterling consolado por los jugadores del Lyon EFE

El primero de esos errores llegó de las botas de uno de los mejores jugadores de la plantilla citizen, Raheem Sterling, que perdonó una clamorosa acción cuando el gol estaba cantado. La cara del técnico de Santpedor, que ya celebraba el tanto, era todo un poema porque veía como se le escapaba el empate en la recta final del choque, después de haber tenido que igualar el gol inicial de Cornet

El City se pasó todo el partido intentando derribar el muro defensivo planteado por el equipo francés y que tuvo en el guardamenta Lopes a su mejor hombre. Sin embargo, a pesar de la heroica resistencia, el Manchester tuvo muchas opciones darle la vuelta al choque, hasta que sus jugadores fallaron en los momentos decisivos. 

Ederson, abatido tras su fallo EFE

Tras el imperdonable fallo de Sterling llegó la cantada del portero Ederson que permitió el segundo tanto de Dembelé, tercero del Lyon, y que enterraba así cualquier esperanza de remontada, dejando en la banda a un abatido Guardiola que veía como una vez más su sueño de ganar la Champions lejos del Barça y de Messi se esfumaban. 

Un año para olvidar

De esta forma, el equipo del Etihad cierra una temporada nefasta en la que han acumulado dos fracasos importantes, la eliminación en cuartos de final de la Champions ante un inferior Olympique Lyon, y la humillación sufrida en la Premier League donde el Liverpool de Klopp, actual campeón de Europa, les pasó por encima llegando a tener diferencias durante la temporada cercanas a los 30 puntos. Además, el conjunto de Guardiola fue eliminado por el Arsenal de su discípulo Mikel Arteta en la FA Cup, competición que terminarían levantando los gunner. 

Un año difícil para Guardiola que tardará mucho tiempo en olvidarse de dos jugadas que han terminado siendo claves en el partido, especialmente el error de Sterling, y que han condenado a un City que ya se veía en semifinales tras quedar emparejado con el Lyon.

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