La UEFA instauró el Fair Play Financiero en 2011 y, desde ese año, este instrumento económico ha acompañado a los aficionados al fútbol que han ido viendo como grandes escuadras han sufrido las consecuencias de un derroche de dinero exacerbado. Los movimientos millonarios no se han visto afectados, ya que desde que el PSG pagó la cláusula de Neymar, han sucedido otros fichajes por encima de los 100 millones de euros.

Este control sugería en su sentido inicial que los clubes no podrían gastar en un mismo ejercicio una cantidad superior a la que ingresan. Esa cantidad ha ido variando con los años hasta que, en la actualidad, se permite cubrir un gasto superior a la cantidad de ingresos que genera un club hasta los 30 millones de euros. Esto venía a controlar que algunos clubes gastaban cantidades con diferencias superiores a los 100 millones entre lo que ingresaban y lo que invertían.

El PSG y el Manchester City fueron las primeras víctimas de este nuevo sistema. En 2014 ambos sufrieron las consecuencias de esas inversiones sin control desde Oriente Medio, recibieron una importante sanción económica de 60 millones de euros, pero no vieron su presencia comprometida en la siguiente edición de la Champions League. Solo tuvieron que reducir a 21 la lista de jugadores que podrían utilizar.

Pep Guardiola se seca la cara con una toalla durante un partido del Manchester City REUTERS

Más recientemente, concretamente en este año, el City ha sido sancionado con dos años sin poder participar en competiciones europeas por la alteración de sus contratos de patrocinio vulnerando la naturaleza de la norma circunscrita en el Fair Play Financiero. Aunque será el Tribunal del Arbitraje Deportivo el que tome la decisión final en el mes de junio, los cambios en la normativa de este instrumento no le afectarán.

Cambios tras el Covid-19

El paso del coronavirus ha hecho replantearse este modelo. Aunque Aleksander Ceferin ya había declarado antes de la llegada del Covid-19 que había que revisar esta normativa para adaptarla al futuro, este virus ha trastocado los planes hasta el punto de que ha hecho necesario la relajación de este instrumento. En cualquier caso, esto no supone una desaparición, ni que los clubes puedan gastar lo que quieran.

De hecho, cada Liga tiene un modelo diferente de control financiero para mantener una estabilidad en sus clubes y evitar que un gran magnate pueda desequilibrar la competición como hicieron en su momento tanto Manchester City como PSG.

Mbappé, con el PSG Reuters

La relajación de estas medidas va más hacia la gran cantidad de pérdidas que van a presentar todos los clubes. Evidentemente, los equipos no podrán endeudarse más de lo que pueda permitir sus cuentas, pero UEFA no quiere que se paralice completamente el mercado de transferencias y que pudiera aumentar el paro entre los jugadores profesionales. En este marco post coronavirus, Ceferin ya ha planteado varias opciones que se incluirán en la reforma de este FFP.

La relajación

La primera es la flexibilización de los marcos temporales para cumplir con la normativa. Aunque a priori no parezca ningún cambio, permitirá a los clubes jugar más con las posibilidades especulativas financieras. En vez de establecer un período de un año con un tope de 30 millones por encima del saldo gastos-ingresos, será un tramo de dos temporadas con un tope de 60.

Esta flexibilización permitiría por ejemplo a un equipo tener un déficit de 60 millones, siempre acreditando una garantía de que pueden cubrir esa falta de beneficios, en la primera temporada y un balance equilibrado en la segunda sin que tengan consecuencias negativas ante la UEFA. Las entidades tendrán libertad para gestionar ese límite a dos años como mejor les convenga.

Una novedad

La segunda es la posible introducción de una tasa de lujo. En la NBA ya se aplica algo así, aunque claro, en un entorno en el que hay establecido un límite salarial para todas las franquicias. Esto parece ir un poco en contra de la intención que tenía la introducción de esta norma. La única razón objetiva que tendría la introducción de esa tasa de lujo sería que esa cantidad se reflejara de algún modo en el resto de los clubes ya sea en un aumento de las cantidades que se reciben por las competiciones europeas, o, por el contrario, que funcionara como una especie de préstamo que luego se dedujera del dinero potencial que pudiera ganar ese equipo.

Álvaro González, en un partido del Olympique de Marsella om.fr

Es algo que aún no se ha concretado ya que es un planteamiento que ha hecho Aleksander Ceferin a su Comisión Delegada y que también ha hecho pública en algunas entrevistas que ha concedido. Aunque esta medida podría ser una buena noticia para algunos clubes que sí se pueden ver afectados por los cambios ya que han entrado en competición europea para la próxima temporada y no está claro que puedan cumplir con los requisitos.

El primer afectado

El ejemplo más claro es el del Olympique de Marsella. El conjunto francés ha sido segundo y tiene derecho a estar en la Champions League 2020/2021 después de que la Ligue-1 haya acabado de forma prematura. Pero el club acarrea unas pérdidas en el balance ingresos-gastos de 73 millones en la temporada 2017/2018 y de 91 en la 2018/2019.

Veremos en qué queda esta cuestión ya que podría ser el primer equipo en verse beneficiado, o perjudicado, por los cambios de normativa en el Fair Play Financiero. La UEFA no para de reinventarse, aunque en esta cuestión se ha visto algo obligada por la situación económica que va a dejar el coronavirus. El reto que le ha puesto a este organismo este virus es grande y no ha conseguido unanimidad entre sus ligas. Estos cambios serán un gran reto para el ente europeo.

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