Quien le iba a decir a Diego Pablo Simeone que más de ocho años después se iba a encontrar con la misma papeleta que le costó el puesto por aquel entonces a Gregorio Manzano. La misma que le llevó a él a dar el salto al banquillo del Atlético de Madrid y cumplir un sueño. Hacía ocho años que el conjunto rojiblanco no caía ante un Segunda B en Copa. El 21 de diciembre de 2011 fue ante el Albacete y este 23 de enero de 2020 ante la Cultural Leonesa. El principio de la era del Cholo... ¿y el final?

Es una realidad que el crédito de Simeone se agota. Muy lejos queda aquella Liga de 2014 -ahora marcha tercero a ocho puntos de Madrid y Barça- y la Europa League de 2018 es un flojo balance para los últimos años. Más si se tiene en cuenta que lleva dos cursos cayendo a la primera de cambios en la Champions League y en unas semanas deberá medirse al Liverpool, el actual campeón de la competición. Sin previsiones de alguna alegría en forma de título esta temporada, tiene poco a lo que agarrarse el Cholo.

Pudo ser la Supercopa de España, pero otra vez apareció el Real Madrid en forma de sopapo de realidad para, de nuevo en la tanda de penaltis, acabar con las ilusiones rojiblancas. Llegar a esa final, pasando antes por encima de Ernesto Valverde en sus últimas horas como técnico culé, fue solo un espejismo.

Sin esperanzas a la vista

Dos títulos perdidos en enero y dos competiciones -las más importantes, Liga y Champions- pendiendo de un hilo. La derrota contra el Eibar (2-0) en la vuelta a La Liga era un adelanto del batacazo para la historia que iba a sufrir Simeone y su Atleti en el Reino de León. Para la historia, porque repite la del adiós de Goyo Manzano y puede suponer el principio del fin del técnico de la era más gloriosa del Atlético de Madrid.

Simeone, en el Reino de León EFE

Al César lo que es del César. Y si este Atleti ha competido durante años en Liga y Champions y se ha consolidado como la tercera fuerza del fútbol español es gracias a Simeone. Pero poco a poco se ha ido perdiendo esa identidad, bien por desgaste del propio Cholo o por la mala gestión de una dirección deportiva que ha dado demasiados tiros al aire en materia de salidas y llegadas.

La pérdida de una identidad

El runrún lleva alrededor de Simeone durante meses. Es su responsabilidad que el equipo no tenga el mismo hambre que durante sus primeros años, como cuando conquistó la Copa del Rey en el césped del Santiago Bernabéu ante el mismísimo Real Madrid tras 14 años sin ganar a su máximo rival. Ese hambre que enseñó a competir contra los mejores y con el que se soñó con lo más grande, las veces que se rozó la ansiada Orejona en Lisboa y Milán. Queda poco de aquello y la afición ha perdido la ilusión.

Valverde y Simeone EFE

Ni el Wanda es el Calderón, ni Simeone es el Cholo de hace unos años. Sí ha mantenido el mismo discurso, el del partido a partido, pero también el de hacerse ver inferior a Madrid y Barça. Queriéndolo o no, ha sido con sus palabras el freno de los más soñadores. De paso, sus quejas sobre los presupuestos quedan desnudas tras caer en Copa del Rey ante un equipo con un presupuesto de 2,75 millones de euros.

Pudo ser un accidente, pero por mucha sorpresa que haya sido no era algo que no pasara por la cabeza de todo aficionado colchonero tras la derrota en Ipurua. El Cholo también se equivocó dejando a Oblak y Morata en Madrid, cuando son de lo poco que sostiene todavía a su equipo. Hasta en su cuerpo técnico empieza a haber aires de despedida ahora que ha salido el rumor de que el 'Mono' Burgos piensa en volar en solitario.

El tiempo castiga a todo el mundo y el desgaste de Simeone empieza a ser preocupante. Pero la dirección deportiva del Atleti también deberá mirarse al espejo y, el día que se vaya el Cholo, si como parece es sin remontar esto, preguntarse por qué la mejor etapa de su historia se ha ido marchitando de una forma tan triste. Porque la plantilla no es ni de lejos la misma que hace tiempo. El año de "transición" se ha convertido en una pesadilla para el técnico argentino que, a final de temporada, deberá valorar si se ve con fuerzas para seguir en el cargo. Cada vez le quedan menos.

[Más información: La Cultural Leonesa saca las carencias del Atlético y elimina al equipo de Simeone de la Copa del Rey]

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