Si como jugador fue acaparador de focos, como entrenador no se queda corto. El primer partido de Maradona contra Newell's quedará para el recuerdo. El argentino se dio un baño de masas como si de una deidad se tratara. Querido por toda la afición, 'El Pelusa' lo tiene todo para triunfar. 

Su llegada parecía la del mayor fichaje de la historia del club. Como si de una estrella de rock se tratara, Diego llegó al estadio protegido por el personal y aclamado por un público que no dejaba de gritar su nombre. Ver para creer. 

No solo hinchas, sino que autoridades de la ciudad de Rosario aclamaban a la leyenda argentina, considerado por muchos como el mejor de todos los tiempos, en su llegada al estadio. Allí fue condecorado con una camiseta, al igual que presentado ante todo el público que veía impresionado a Maradona, pese a ser el técnico del equipo rival. 

Y es que el que fuera jugador de Barcelona o Nápoles es el entrenador actual de Gimnasia, equipo que se enfrentaba a Newell's. El recibimiento fue increíble, incluso mejor que a sus jugadores y cuerpo técnico. Un hombre mediático como Maradona no deja de hacer historia en el fútbol allá donde va. 

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