La final de la Copa del Rey se ha celebrado este sábado en el Benito Villamarín y el Valencia se ha llevado el título tras derrotar al Barcelona. No obstante, una de las principales noticias en torno a la final estuvo en los aledaños del estadio. Silvia Guerrero, aficionada al equipo culé, tuvo que entrar al estadio en sujetador porque la Policía Nacional no le permitía acceder con una camiseta reivindicativa a favor de la independencia y que pedía la libertad de los presos políticos.

Tras lo sucedido, Silvia atendió a las cámaras de TV3 para explicar que el agente de la autoridad le había dicho que no podía entrar al estadio con esa camiseta por el mensaje que transmitía. Ella le explicó que no tenía ninguna otra prenda de recambio, a lo que la Policía le contestó que, en ese caso, la única posibilidad que tenía de acceder al Villamarín era hacerlo en sujetador.

Como era de esperar, este hecho no tardó en viralizarse en las redes sociales y Carles Puigdemont mostró su indignación en su cuenta de Twitter desde Bélgica. En su mensaje, reflejaba todo tipo de incredulidad e incomprensión, reclamando más libertad para los ciudadanos catalanes y sintiéndose absolutamente avergonzado: "Vergüenza de Estado, vergüenza absoluta. ¡Toda mi solidaridad a Silvia Guerrero ante esta violación de derechos y esta humillación indigna!".

Las impresiones de los internautas también se postulaban del lado de Puigdemont, considerando que se trataba de algo inaudito que no debería pasar en los estadios de fútbol. El rumor estuvo presente en los aledaños del estadio hasta momentos antes del comienzo del encuentro y se convirtió en el principal foco de debate entre los seguidores de ambos clubes.

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