El Atlético de Madrid consiguió dar un paso de gigante en la ida de los octavos de final de la Champions League. Los rojiblancos vencieron 2-0 a la Juventus gracias a dos goles a balón parado, obra de Giménez y Godín. Todo se decidirá en la vuelta pero los colchoneros llegarán a Turín con una buena renta de cara al encuentro de vuelta.

Antes de que se anotasen los dos tantos, se palpó mucha tensión en el Wanda Metropolitano en contra del arbitraje. Dos decisiones del VAR fueron en contra de los rojiblancos, en la primera el colegiado señaló penalti a Diego Costa, pero el videoarbitraje rectificó y pitó la infracción fuera del área.

En la segunda, Álvaro Morata anotó gol de cabeza, sin embargo, desde la sala avisaron al colegiado de que debía ver la jugada y finalmente anuló el tanto por falta previa a Chiellini. Esta acción provocó algo nunca visto y es que Enrique Cerezo, presidente del club, abandonó el palco muy enfurecido por las decisiones que habían tomado y que él veía como injustas y que perjudicaban al conjunto colchonero.

Morata

La tensión provocó que no pudiese seguir el partido junto a los demás directivos y personalidades que se encontraban en el palco y se marchó a su despacho y desde allí disfrutó de la victoria de su equipo que les acerca a los cuartos de final de la competición en un año muy especial, ya que la final se jugará en su estadio.

Eso sí, no se las prometen muy felices ya que Cristiano Ronaldo prometió guerra después del encuentro. El portugués abandonó la zona mixta del estadio rojiblanco aludiendo a sus cinco 'Orejonas' por las del Atlético, que no tiene ninguna. Así calentó el luso el partido de vuelta que promete ser una lucha enfervorecida y en la que ninguno de los dos equipos dará su brazo a torcer.

[Más información: Los centrales del Atlético tumban a la Juve de Cristiano en el Wanda]

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