El pasado sábado 15, la tragedia se volvió a dar cita en un estadio de fútbol. Al término del partido que enfrentaba al Stuttgart con el Hertha de Berlín, el capitán local, Christian Gentner, corrió hacia el área VIP del Mercedes-Benz Arena, donde fue informado de que su padre se había caído desplomado. Gentner llegó cuando los médicos trataban de reanimarle sin éxito.

A 420 kilómetros de allí, en Dortmund, vive el delantero español más en forma del momento y sabe lo que es vivir una situación similar. Corría el año 2011 y un joven de 17 años, de nombre Paco Alcácer, comenzaba a despuntar en el primer equipo del Valencia. A su corta edad, ya había destacado como una de las perlas de Paterna en las categorías inferiores del Valencia y de la Selección, siendo el bigoleador que le dio el Europeo Sub19 al combinado nacional.

El día que marcó a Paco Alcácer

Con sus goles y buenas actuaciones en la cantera, Unai Emery le abrió las puertas del primer equipo. Sin embargo, la primera noche que noche que el delantero pisó el césped de Mestalla se volvió gris en un instante. Bajo la atenta mirada de 40.000 personas que disfrutaban del Trofeo Naranja y después de marcar un gol a la Roma de Luis Enrique, Paco Alcácer se enteró de que su padre, del mismo nombre, sufrió un ataque al corazón de manera fulminante. Ese corazón que minutos antes estaba lleno de orgullo, dejó de latir repentinamente. 

Los servicios médicos del Valencia, con el doctor Jordi Candel a la cabeza, aún seguían por las inmediaciones de Mestalla. Su rápida actuación no pudo evitar el trágico desenlace desencadenado. 

Con una madurez impropia de un chico de 17 años, trató de superar la pérdida haciendo lo que más le gusta: jugar al fútbol. Tan solo se limitó a responder a través de su cuenta de Twitter las muestras de cariño que recibió en esos días: “Muchas gracias a todos los que me apoyáis y ahora a volver a la normalidad lo antes posible”.

Con la figura de su padre siempre presente, se hizo un hueco en la referencia de ataque del Valencia. Tras un fugaz paso por el Getafe, el conjunto valenciano le repescó y su carrera no hizo más que comenzar. Los 43 goles que marcó en las tres temporadas que estuvo en Mestalla le abrieron la puerta de la selección española y le pusieron en la órbita del FC Barcelona, que le fichó en 2016 aunque su rendimiento no fue tan sobresaliente. Con su llegada a la Bundesliga ha recuperado su mejor nivel. En los 15 partidos que ha disputado con el Borussia Dortmund, Alcácer ha anotado un total de 13 dianas. 

Borussia Dortmund vs FC Augsburg FRIEDEMANN VOGEL Agencia EFE

Lo único que no ha cambiado desde aquel mes de agosto de 2011 es su manera de celebrar esos goles que le han llevado a la selección y a ser el delantero de moda del fútbol español. Cada vez que el ariete ve puerta, eleva sus dedos señalando al cielo, dedicándole esos tantos a alguien especial, a quien ya no está: su padre.

Van Dijk consoló a un árbitro cuando falleció su madre

Gentner y Alcácer no son los únicos personajes del mundo del fútbol que les ha tocado vivir la pérdida de un familiar en el terreno de juego. El pasado mes de noviembre, el árbitro rumano Ovidiu Hategan se enteró del fallecimiento de su madre en el descanso del partido entre Alemania y Holanda de Liga de Naciones. Aún así, el colegiado terminó el partido.

El defensa del Liverpool Virgil Van Dijk se dio cuenta de que algo había ocurrido con Hategan, que rompió a llorar nada más señalar el final del encuentro. "Estaba llorando porque su madre acababa de morir. Le di mi apoyo y le dije que había arbitrado bien. No fue gran cosa, pero espero que le haya ayudado", señaló el holandés.

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