El pasado 13 de noviembre, Ana Saénz de Pipaón, apodada 'Pipa', se vistió de heroína en un terreno de juego. Esta chica de 25 años, natural de Logroño, juega como defensa central en el equipo femenino del Córdoba. Sin embargo, en el partido ante el E.F. Peña, mostró su otra cara: la de una médica que socorrió a una rival en pleno encuentro.

Corría el minuto diez de la primera parte cuando Ana Paredes León, jugadora de 21 años del Peña, cayó tendida sobre el césped: "Estábamos jugando y la gente empezó a chillar. Yo no me dí cuenta, porque estaba pendiente del balón. Luego vi que había una jugadora en el suelo, y pensé que sería algo típico: una patada, que se había hecho daño... Algo más futbolístico. Ya cuando me dijeron que fuera pensé que igual era algo más. Me acerqué y vi que la chica estaba desmayada en el suelo".

Así lo rememora 'Pipa' en una entrevista concedida a EL ESPAÑOL, explicando que dijó "que era médica y que estaba dispuesta a echar una mano. Lo primero que hice fue descartar que fuera algo del corazón o de la cabeza, ya que hemos visto estos antecedentes en la televisión de futbolistas que se han desmayado y han sufrido una muerte súbita".

Ana Saénz de Pipaón, 'Pipa', jugadora del Córdoba femenino

Un 'ángel' sobre el campo

"En cuanto descarté que fuera algo más grave pensé que podía ser una hipoglucemia y pedí que me trajeran, si tenían, un glucómetro. Me lo proporcionaron, no sé si lo tendrían en el campo o fuera de alguien. Le miré la glucosa y, efectivamente, no le llegaba a 70, que es muy baja, y mucho más para hacer deporte. Pedí si había un suero glucosado para pincharle, pero como no había le tuvimos que dar un batido de chocolate. La chica, que estaba muy mareada, pudo despertar y estar consciente cuando llegó la ambulancia", continuó.

Una situación que ya le había ocurrido, aunque "nunca en un campo de fútbol. Estar jugando y tener que 'ponerme la bata', como decimos, no me había pasado nunca. Era una situación en la que tú ves a una chica joven, deportista, sana, que de repente se desmaya en un campo, pues la verdad es que asusta...".

"Realmente lo que hice no es para tanto", dice, con humildad, al tiempo que cuenta como "la chica y sus padres llamaron al club y hablaron con los directivos para darme las gracias. Yo con ella no he podido hablar. Le busqué por las redes sociales pero no he podio contactar con ella".

Y es que Ana acabó la carrera de Medicina hace dos años. Una de las más difíciles que existen, ya que "es una carrera en la que hay mucha materia, y aparte es muy larga, son seis años. Compaginarlo con el fútbol tampoco es fácil, porque yo por aquel entonces jugaba en Primera y claro, tenía que viajar lejos cada fin de semana, entrenábamos todos los días... Se pierde mucho tiempo, la verdad".

Actualmente 'Pipa' trabaja en urgencias hospitalarias al tiempo que se prepara la oposición para traumatología. Al ser cuestionada por qué haría si tuviera que elegir entre la medicina y el fútbol, desvela que ya tuvo que pasar por una decisión similar hace años.

"En su momento, cuando empecé la carrera, tuve la oportunidad dos años consecutivos de irme a Estados Unidos becada, y no me fui. Una porque me dio miedo y la otra porque me rompí la rodilla. Luego ya me arrepentí", cuenta, explicando como en pleno Mundial Sub17 recibió una oferta de una agencia de becas.

Ana Saénz de Pipaón, apodada 'Pipa'

Fútbol y medicina

El miedo de una chica que, por aquel entonces, no había salido de su casa más que para jugar en Zaragoza, sumado a una desafortunada rotura de los ligamentos cruzados de una rodilla, frustraron una oportunidad de la que, sin embargo, si gozó una compañera.

"No quería ir sola y convencí a una compañera de Zaragoza para que fuera conmigo, y al final ella se acabó yendo y sigue allí. Yo me quedé aquí, pero bueno, he disfrutado mucho del fútbol en España", explica la exjugadora del Zaragoza y el Logroñés, que el pasado verano fichó por el Córdoba.

En la ciudad andaluza ya se la conoce como 'el ángel de la guarda', pese a que ella le resta importancia: "Al final es mi trabajo. Yo antes que una futbolista rival soy persona, soy médico y ante situaciones así tengo que saber reaccionar. Es mi día a día y mi trabajo".

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