No ha hecho más que comenzar la temporada futbolística en España y ya se ven casos de violencia. Una lacra que salpica al fútbol español, más aún si es en etapas formativas como es el caso. En este hecho en cuestión, en la segunda jornada de la categoría Juvenil Preferente de Gran Canaria, un árbitro fue agredido por un futbolista después de que éste fue expulsado.

Los hechos tuvieron lugar en el campo Chanito Tacoronte del municipio de Gáldar, en un partido en el que se enfrentaban el CD Unión Moral y al CD Vallinamar, y el partido marchaba 3-1 a favor de los locales. En un lance del juego se produjo la lamentable acción. El colegido decidió expulsar a un jugador del equipo visitante, que reaccionó propinándole un puñetazo en la boca.

El futbolista tuvo esta reacción después de que el árbitro le sacará dos tarjetas amarillas casi consecutivas, la primera por encararse con un aficionado y la segunda por insultar al propio colegiado. En este hecho tan lamentable ha entrado el Comité de Competición de la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas dictaminando una sanción ejemplar.

Tres años y medio son los que estará sin poder jugar al fútbol federado el jugador juvenil del CD Vallinamar después de una agresión por la que el árbitro tuvo que recibir atención sanitaria. Con esta sanción la federación quiere mostrar su total rechazo a la violencia dentro de los terrenos de juego y más aún si se trata de futbolistas en etapas de formación.

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