El Gran Derbi entre Betis y Sevilla es algo que solo pueden entender los casi 700.000 habitantes de la capital andaluza. Allí el Madrid-Barça es una broma en comparación con el duelo que cada año viven los dos equipos de Sevilla.

El pasado domingo fueron los verdiblancos los que se llevaron el gato al agua en su estadio doce años después gracias a un gol de Joaquín Sánchez, el eterno capitán del Betis, que minutos antes del esperado choque ya puso la primera piedra de la victoria en el vestuario con una emotiva charla que pone los pelos de punta a cualquier aficionado.

Joaquín apela a los más de 50.000 aficionados que se dieron cita en el Benito Villamarín, a cada detalle, a cada balón dividido, y recuerda a los suyos la importancia del derbi. Una arenga que el capitán verdiblanco culmina con un "ganar, ganar y ganar" que resonó en todo el vestuario del Betis.

Ya con el balón en juego Joaquín le dio el derbi a los suyos gracias a un tanto de cabeza en el minuto 80 que desequilibró un partido igualado pero acabó decantado al lado local tras la expulsión del sevillista Roque Mesa en el minuto 65 por doble amarilla.

"Si no la meto me corto la cabeza"

Tras el partido fue el propio Joaquín el que valoró la importante victoria en el derbi, la primera de este curso, y reconoció que el Betis fue justo vencedor: "Hemos hecho un partido muy serio durante los noventa minutos, hemos sido justos vencedores".

Además confesó que marcar frente a su afición en un partido como este es todo lo que puede soñar y que no se hubiera perdonado fallar un gol así: "Si se me hubiera ido, me corto la cabeza. Cuando veo que el balón entra me vuelvo loco. Muchas veces es difícil explicar qué es marcar un gol como este".

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