En ocasiones, el fútbol tiene historias muy curiosas. La última ha tenido lugar en el Vélodrome, el estadio del Olympique de Marsella. Allí el equipo local recibía la visita del Rennes en la tercera jornada de la Ligue-1. Antes del pitido inicial, tuvo lugar un saque de honor que iba a realizar un niño aficionado del equipo marsellés. Pero el chico tenía en mente otros planes.

El pequeño en vez de patear el balón como es costumbre, decidió conducirlo, avanzando por todo el terreno de juego, hasta que se plantó delantero del portero visitante. El chico no se lo pensó dos veces y superó al portero marcando un gol. La cosa no quedó ahí y el niño, exultante, se quitó la camiseta y celebró su tanto por todo lo alto. Una carrera que seguro que recordará durante toda su vida.

El Marsella no pasó del empate

La pena para él es que el Olympique de Marsella no le pudo brindar una victoria. Su equipo tuvo un partido muy complicado aunque al final consiguió lograr un empate a dos que le deja noveno en la clasificación con cuatro puntos. El conjunto dirigido por Sabri Lamouchi se consiguió poner 0-2 en el marcador gracias a los goles en la primera mitad de Bourigeaud y de Sarr.

Pero los locales no se rindieron. Ocampos en el minuto 54 recortó distancias al rematar con el pie izquierdo un saque de esquina. El Marsella se vino arriba y consiguió empatar con fortuna en el 72'. Bensebaini se marcó en su propia portería y echó por tierra el buen hacer de su equipo. Al final, un empate que no dejó satisfecho a ninguno de los conjuntos.

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