Roberto Seijó, secretario general de ERNE, el sindicato mayoritario de la policía vasca, considero este viernes que el fallecimiento el jueves de un agente por una parada cardiorespiratoria en el operativo de seguridad con motivo del partido del Athletic contra el Spartak de Moscú, fue una "muerte violenta".

"La muerte de nuestro compañero no se produce en un sillón, ni en una butaca, sino como consecuencia de esos incidentes", y por ello consideró que se trata de una muerte violenta, reflexionó Seijó en una entrevista radiofónica.

"Se produce una muerte como consecuencia de unos incidentes que se están produciendo", después de que agentes de la Ertzaintza "sufrieran agresiones horas antes del partido" de San Mamés, indicó el secretario general de ERNE.

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Por ello, opinó que el departamento de Seguridad y la Fiscalía deberían actuar sobre los responsables de los incidentes por su vinculación con el fallecimiento de su compañero y consideró  que en este caso "también hay responsabilidad política".

"Es fácil cerrar los ojos y decir que la muerte se ha producido por un hecho que no es violento. Llevamos ocho años con partidos internacionales en Bilbao produciéndose incidentes y heridos graves. Ha habido incidentes graves con heridos graves, ha habido gente apuñalada, con fracturas... Esos hechos se reproducen partido tras partido y las instituciones y los responsables políticos no adoptan medidas", afirmó Seijó.

El secretario general de ERNE aseguró que los operativos "son chapuceros" y pidió que ha llegado la hora de asumir medidas para "no permitir a esas aficiones viajar o entrar en los campos.

El sindicato mayoritario de la Ertzaintza constató que se registraron enfrentamientos "entre diferentes grupos radicales", así como hay imágenes que evidencian que hubo ataques a los agentes con material pirotécnico.