La despedida del West Ham de Upton Park antes de mudarse al Estadio Olímpico de Londres quedará empañada para siempre por los disturbios previos a la misma. El autobús de su rival este martes, el Manchester United (perdió 3-2) , fue apedreado por algunos hinchas del equipo local a su llegada al escenario del partido. Provocando, de paso, el retraso de la hora de comienzo del encuentro de las 20:45 a las 21:30 de la noche.

Entre los distintos objetos lanzados por los hinchas del equipo londinense, destacaron algunas botellas de vidrio que rompieron parte de la luna del autobús del United. A los lanzamientos les acompañaban gritos de ánimo, risas e incluso cánticos de los aficionados del West Ham.

Los primeros sorprendidos por el "caluroso" recibimiento fueron los jugadores visitantes, como Rooney. El capitán de los red devils no dudó en calificar de "decepcionante" lo ocurrido, asegurando estar convencido de que "el club estará muy disgustado con lo que han hecho sus fans".

Los asientos de Upton Park, a la venta

Curiosamente, el West Ham sacará a la venta por 50 libras (63,4 euros) cada uno de los 35.000 asientos de su estadio, que cerrará sus puertas este martes después de 112 años.

Los 'hammers' juegan su último partido en el recinto, situado en el bario de Newham, al este de Londres. Se mudarán al Estadio Olímpico, construido para los Juegos de 2012 y con capacidad para 60.000 personas.

Además de los asientos de Upton Park, el club también sacará a la venta los postes de las porterías, programas de partidos, banderines, uno de los tornos de entrada al estadio, una bicicleta estática del vestuario local, letreros, una antigua máquina de chicles, la mesa del fisioterapeuta o el fax que utilizaron en el pasado los entrenadores.

Trofeos, fotografías y camisetas históricas saldrán a subasta y los ingresos recibidos se invertirán en la cantera del West Ham. La entidad llevará a cabo dos subastas a finales de mes, una de objetos del estadio de Upton Park (18 mayo-9 junio) y otra de recuerdos históricos del club (23 mayo-14 junio).

"Queríamos tomar todo lo que pudiéramos de Boleyn Ground para exhibirlo en nuestra nueva casa, pero como eso ha resultado imposible estamos haciendo todo lo posible para que la mayoría de esos objetos acaben en la casa de nuestros hinchas", aseguró Karren Brady, vicepresidenta de los 'hammers'.

Sin embargo, el West Ham ha asegurado que hay objetos que no saldrán a la venta, como las medallas de campeones del mundo que consiguieron los internacionales ingleses Bobby Moore, Sir Geoff Hurst y Martin Peters en el Mundial de Inglaterra 1966.

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