El Mundial de Ciclismo nos dejó el pasado jueves una triste escena. En la prueba de fondo de la categoría junior, disputada a la altura de la ciudad de Yorkshire en Reino Unido, el joven ciclista colombiano Germán Gómez, tuvo un percance a 77 km de alcanzar la meta. Tuvo que para su carrear debido a un pinchazo en una de sus ruedas.

Pidió ayuda a lo largo dos eternos minutos pero nadie se paró a socorrerle, ni si quiera su propio equipo. Comenzó a lamentarse y sus lágrimas brotaron desesperadamente ante la impotencia de no ser socorrido ni si quiera por el coche de su propio país. Sacó valor y con una rueda en una mano y la bici en la otra, comenzó a caminar hacia la línea de meta.

Finalmente solo una persona se ofreció a ayudar a la joven promesa del ciclismo colombiano: el padre del ciclista uruguayo Thomas Silva, que también participaba en la prueba. Le prestó una de las ruedas de repuesto que tenía en su coche, y corriendo le ayudó a cambiarla para que pudiera incorporarse de nuevo a la carrera. 

El Mundial de Ciclismo junior en ruta se lo ha llevado Quinn Simmons. Ha finalizado el recorrido de 148 km en un total de tres horas 38' y tres". En esta edición participaron dos ciclistas españoles. El granadino Carlos Rodríguez Cano, que finalizó la carrera vigésimo cuarto y Juan Ayuso, que se cayó a falta de nueve km del final, cerro la competición vigésimo tercero.

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