Acabaron los tiempos en los que cualquier aficionado podía recitar de memoria los nombres de los contados Europeos presentes en la mejor liga del mundo. Una hipotética selección Europea no titubearía ni ante la sonada baja de Kristaps Porzingis porque, de hecho, en el equipo podrían quedar fuera nombres de la trayectoria de Pau Gasol, Tony Parker, Dirk Nowitzki o Milos Teodosic.

No es una locura. Con los números en la mano la Selección Europea competiría en el All Star contra los mejores jugadores del planeta. Y ojo que los del viejo continente partirían con la ventaja de saber leer el juego. Algo, cada día más reñido, con el exceso de músculo del ‘american way of play’.

LOS BASES YA MARCAN EL RITMO

Los tres bases del equipo Europeo están entre los directores de juego actuales más en forma de la NBA. Goran Dragic, actual campeón de Europa con Eslovenia y líder de Miami, está promediando 17.4 puntos, 4.8 asistencias y 4 rebotes por lo que, de hecho, estará en el fin de semana de las estrellas. Un suplente de lujo para cambiar el ritmo sería, sin duda, el alemán Dennis Schroeder (19.5 puntos, 4.7 asistencias y 2.5 rebotes), anotador compulsivo con un físico capaz de defender a bases altos. Mientras que la magia tendría sabor español con Ricky Rubio, mejor jugador del equipo más en forma de la NBA hasta sus problemas de cadera. El catalán está firmando 12.3 puntos, 5.2 asistencias y 4.2 rebotes, aunque en las últimas semanas casi duplica sus medias.

ESCOLTAS PARA ASUSTAR

Europa es tierra de tiradores, aunque curiosamente la estrella del equipo no sería un especialista en el lanzamiento. El ‘freak Greek’ Giannis Antetokoumnpo sería el jugador total capaz de desequilibrar en transición cerca y lejos del aro. Titular en el All Star por algo promedia 27.6 puntos, 10.4 rebotes y 4.7 asistencias en los Bucks. Dos especialistas en el lanzamiento como el croata Bojan Bogdanovic (13.7 puntos, 3.2 rebotes) y el galo Evan Fournier (18 puntos y casi un 40% de acierto en triples) abrirían cualquier defensa con su capacidad de lanzamiento.

LOS ALA PÍVOTS TAMBIÉN ABREN EL CAMPO

En el nuevo baloncesto los aleros altos deben ser capaces de aguantar pesos pesados en la pintura, pero también de disponer de la rapidez y mano suficientes para abrir la cancha y generar espacios. Desde Italia, Darío Gallinari supone una amenaza constante como atestiguan sus 16 puntos y casi 5 rebotes por partido. Aunque la pareja Lauri Markanen – Niko Mirotic ha demostrado una compenetración capaz de destrozar a cualquier rival. Por algo el finlandés promedia 15.3 puntos y 7.7 rebotes mientras que el español ha firmado 16.6 con 6.9 rebotes. Ambos se reencontrarían además tras la salida del español de Chicago.

UNA PINTURA SIN MIEDO A NADA

Kristaps Porzingis sería la clara referencia interior. Sus 22.7 puntos y 6.6 rebotes le han catapultado a la aristocracia de la liga antes de caer gravemente lesionado. Aunque ya tenemos fecha aproximada para su regreso. Será en el mes de noviembre, si la recuperación se desarrolla sin complicaciones. Ausente ‘KP’ Marc Gasol sería el claro center del equipo. El mejor pívot blanco de la NBA después de Bill Walton sigue dominando pese a los problemas de su equipo. Sus 18 puntos, 8.4 rebotes y 3.3 asistencias por noche le llevarían al quinteto titular. Enes Kanter ha situado a Turquía en el mapa del baloncesto y no sólo por sus controvertidas ideas políticas. Con 14.2 puntos y 10.6 rebotes es sin duda el tercer mejor pívot europeo de la liga. Supera incluso al ‘magic’ serbio Nikola Jokic, que entraría en la lista por el lesionado Porzingis gracias a sus 14 puntos y 9 rechaces por noche que adorna con una capacidad de pase probada con sus más de 4 asistencias por partido.

LOS QUE NO ESTAN TAMBIEN ASUSTAN

Ettore Messina y el español Jordi Fernández pordrían dirigir las operaciones desde el banquillo y aunque toda selección lleva una porción de injusticia, en este caso los Valanciunas, Ibaka, Nurkic, Gobert, Bogdan Bogdanovic o Belinelli se unirían a los mencionados Pau Gasol, Parker, Nowitzki o Teodosic como teórica selección B capaz de dar espectáculo y mantener el nivel en cualquier selección de estrellas NBA. Quizás algún día el sueño se haga realidad y el All Star tenga realmente el sentido global que persigue su comisionado Adam Silver. Con esta selección, 10 nacionalidades estarían representadas en un equipo de ensueño en el que sólo España tendría más de un jugador con la presencia de tres de sus internacionales. Privilegios de haber marcado una época.

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