Hay series inaugurales de postemporada que, por una razón u otra, se vuelven en contra del teórico favorito. Por ejemplo, Estudiantes perdió contra un Manresa a la postre campeón en los cuartos de final de los playoffs de la ACB de 1998. Y los Dallas Mavericks, entonces mejor equipo de la temporada regular de la NBA, cayeron ante los Golden State Warriors en primera ronda del curso 2006-2007. El Real Madrid no queda apeado de las eliminatorias por el título a las primeras de cambio desde 2008, cuando le eliminó Unicaja. Sin embargo, y nueve años después, su primer rival en busca de la Liga Endesa se ha ganado a pulso el beneficio de la duda. Si hay un conjunto preparado para dar la campanada ante el vigente campeón, ese es Andorra, revelación del año y uno de los grandes dolores de cabeza madridistas este curso: tres partidos, tres prórrogas.

Por mucho que el vencedor siempre fuese el Madrid, Pablo Laso y los suyos sufrieron lo indecible para imponerse en cada duelo, sin excepción. Tanto en la ida y la vuelta liguera como en los cuartos de final de la Copa del Rey (con el polémico y ya histórico campo atrás), el equipo del Principado soñó con el triunfo. No fue nada fácil llegar a provocar un -3 de valoración del Madrid en el primer duelo. Tampoco tener su eliminación copera en bandeja en el segundo (Andorra llegó a ganar por 16 puntos y a tener ventajas con sabor a triunfo cerca del final). Ni remontarle hasta 19 puntos a los blancos en el tercero. De ahí que la serie de cuartos que arranca este miércoles en el Palacio de los Deportes (20:30, en #0 de Movistar+) prometa tanta o más intensidad que los precedentes.

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Sabemos que va a ser una guerra. Los partidos contra Andorra esta temporada han sido muy duros. Hay que estar muy preparados para ganar e ir con 1-0 allí”. Así se lo reconocía Sergio Llull a EL ESPAÑOL todavía en Estambul. Él, mejor jugador del Madrid en dos de los tres encuentros contra los andorranos (descansó en el tercero, previo a la Final Four), es el primero que reconoce la valía de este adversario tan incómodo: “Respetamos a todo el equipo y a su entrenador también”.

El menorquín deja claro que “Joan Peñarroya está haciendo un grandísimo trabajo allí”. Además, resalta la polivalencia de este Andorra: “Tienen jugadores capaces de anotar de tres. También a Shermadini por dentro, que ha dominado la liga. Y bases que pasan muy bien el balón, como Albicy”. “No te puedes relajar contra ellos. Lo han demostrado en los tres partidos que hemos jugado. Creo que ha sido el equipo que más difícil nos lo ha puesto durante toda la temporada”, nos contó, por su parte, Felipe Reyes.

Andrew Albicy y Giorgi Shermadini celebrando una canasta contra el Madrid. À. Rispal ACB Photo

Ante “un equipo muy completo”, Llull sabe que “vamos a tener que hacer un buen trabajo para poder ganar ese primer partido”. Sin duda, puede ser el triunfo clave para unos y otros en una serie que se decidirá en tres duelos como máximo. El peligro claro para el Madrid sería disputar el segundo punto con un 0-1 en contra, teniendo en cuenta las grandes prestaciones del rival en casa. “Hay que ganar el primer partido ante nuestra afición. Esperemos que el Palacio esté lleno. Es un partido muy importante para nosotros y queremos ir a Andorra 1-0”, se mentalizó el '23' madridista justo después de concluir la participación europea del equipo.

Parece evidente que no sólo Shermadini (mejor pívot de la temporada) y Albicy pueden generar problemas al Madrid. Visto lo visto, este Andorra tiene unas cuantas armas más: Thanasis Antetokounmpo, los David (Walker, Jelinek y Navarro), Thomas Schreiner, Beka Burjanadze, Oliver Stevic… Aunque, ahora mismo, el gran enemigo del conjunto madridista es la autoestima de sus hombres dada la depresión provocada por su mal papel en Turquía, de la que todos quieren recuperarse cuanto antes.

“Ahora tenemos la oportunidad de pensar en el playoff y de jugar otra vez. Vamos a olvidar este fin de semana y a pensar en la próxima meta, a salir duros y a jugar en equipo. Vamos a ganar”, se sinceró Jaycee Carroll con este periódico. “Jugando”, como él dice, se olvidan unas penas que Reyes también quiere tirar por la borda cuanto antes. Faltaría menos siendo el capitán. “Nos jugamos la vida y tenemos que jugar como hemos hecho hasta esta Final Four: un baloncesto divertido e intenso. Gracias a un partido así olvidaremos todo. Si demostramos ser un equipo sin alma y volvemos a caer en la rutina de hoy (por el domingo), no nos recuperaremos”, aseveró en zona mixta tras caer en el tercer y cuarto puesto continental ante el CSKA de Moscú.

Llull coincidió con él: “Necesitamos volver a ser un equipo. Tenemos que intentar levantarnos cuanto antes y pensar ya en la liga, limpiar la mente un poco y volver a divertirnos jugando”. Desde luego, al Madrid no le queda otra para hacer borrón y cuenta nueva (de caras largas y de juego). Optar al segundo doblete consecutivo y, por tanto, a la tercera ACB seguida, conllevará superar una prueba de fuego inmejorable: la que dispondrá un Andorra que hará sangre si se le presenta la oportunidad. Y sin miramientos.