El Real Madrid tenía como gran objetivo lograr el título en la Ciudad Condal tras la derrota en el tercer partido. Tras un gran primer cuarto, el equipo merengue quería hacerse fuerte y frenar la progresión del Barcelona Lassa, que no había encontrado su sitio en la eliminatoria de manera regular. En un partido muy intenso, Rudy Fernández logró una de las canastas más espectaculares de la serie, lo que hizo que el pabellón culé se quedara sin palabras. 

Solo las faltas personales han frenado al balear, que ha tenido muchos problemas con las infracciones arbitrales. El '5' ha comenzado el partido de la mejor manera, tanto en ataque como en defensa, y con una intensidad muy propia de su persona. 

El equipo blanco, a través de su entrenador, dejó muy claro que cada partido es diferente y que resulta igual el marcador final. El Real Madrid no quiere volver a Madrid y levantar el título en el pabellón del eterno rival. El conjunto merengue sabe que las series son muy largas y espera dar el mismo nivel ofrecido el pasado miércoles. 

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