En la madrugada del lunes al martes, los Houston Rockets empataron la serie de semifinales de Conferencia contra los Golden State Warriors. Harden volvió a ser la estrella, pero aparte de anotar, el escolta fue protagonista por una acción con su excompañero Kevin Durant.

Cuando el '13' de los texanos pretendía hacer un mate, la estrella de La Bahía le hizo un tapón con la mala suerte de que su codo acabó golpeando en la parte superior de la cabeza del actual MVP de la NBA. Como resultado, ambos se quedaron lastimados, aunque en el caso de La Barba tardó unos instantes en recuperarse.

Al comienzo de la serie ya tuvo un problema con otro jugador de los Warriors. Draymond Green, que tiene fama de duro a lo largo de toda la Liga, le golpeó en los ojos provocándole una lesión que no le permite ver con claridad.

Ahora la serie vuelve a Oakland, con el empate a dos victorias. Los aficionados ya están pensando en un futuro séptimo partido, al igual que la temporada pasada, pero con una diferencia: ahora todos los jugadores están sanos. Incluido Chris Paul que no pudo ayudar a sus compañeros en el pasado.

Otro rasgo diferencial es la competitividad de esta eliminatoria comparada con la de la campaña 2017/2018. Durante estos cuatro partidos la diferencia en el marcador entre ambos conjuntos no ha llegado a los cinco puntos, mientras que en el precedente más directo estaba en casi veinte.

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